La Elegida

Capitulo 1

ANAHI

Se suponía que iba a ser solo otro día en nuestra comunidad de Crystal Lake, pero me desperté con la noticia de que la sexta esposa de nuestro guía Joe había muerto. Misteriosamente. Siempre es así, cuando un grupo de niñas en la comunidad cumple dieciocho años, y si el guía Joe se interesa por ellas, su ex esposa simplemente muere. Una caída desde las escaleras, un accidente en la cocina o el granero, un ahogamiento en el lago. Nadie se va contra él, jamás. Mary solo había estado casada con él durante dos años y creo que tengo la culpa de su muerte. El guía siempre me mira de forma extraña. Nací en esta comunidad y hasta el momento en que era demasiado inocente para prestar atención a estos detalles, disfruté viviendo aquí. Todo está tranquilo, todos se ayudan mutuamente como en pueblos pequeños lejos de la tecnología y más cerca de personas reales. Nunca me fui de aquí, como la mayoría de nosotros también, mi abuela conocía el aire libre y siempre me decía que era algo que nunca me gustaría ver, que debería estar agradecida al guía Joe por mantenernos a salvo, lejos de tanta violencia. Eso fue antes de que cumpliera ochenta y comenzó a hablar demasiado sobre temas que no debería tener. Mi abuela Nanah fue una de las primeras residentes de la comunidad, se mudó aquí después de su boda, buscando la tranquilidad del campo para criar a sus hijos. Se casó por amor y fue justo allí, cuando ella dejó escapar historias sobre ella y mi abuelo, que me di cuenta de que no era normal que los hombres golpearan a sus esposas e hijos como castigo por cualquier error cometido y que tampoco era normal que las mujeres fueran elegidas por un hombre solo porque quería, superando los sentimientos de la mujer. Me criaron para creer eso.
También me criaron para creer que el guía Joe tenía el derecho de elegir a cualquier chica para que la tomara como suya, independientemente de si estaba casada o soltera, la única regla que impuso fue que tenían dieciocho años. Él hizo las reglas, al igual que su padre, él era la autoridad suprema, gracias a Dios por esta obsesión con la edad. El dijo que era la edad de la perfección, cuando la mujer estaba lista y debidamente entrenada. Lamentablemente cumplí dieciocho años el día anterior y desde entonces he estado encerrada en mi habitación, desesperada y sin esperanza. Nadie aquí me va a ayudar a escapar de este destino, mis propios padres están encantados con la idea de que tengo el honor de ser la Elegida. Hablé con un trabajador social que vino aquí hace tres años, pero un miembro nunca se queda solo para hablar con extraños, y fui atrapado por Willian, el hijo de Joe. Desde entonces no he tratado de hablar con nadie más, sé que si abro la boca para contarle a alguien los secretos de aquí, él tendrá el mismo destino que las esposas de guía Joe. Lo he visto suceder antes, así es como nuestro guía mantiene su poder, mostrando de lo que es capaz si es traicionado o engañado. Puede que tenga casi setenta años, pero es sorprendente lo tranquilo y dulce que su discurso puede mantener a todos a su lado, especialmente al distorsionar las palabras de la Biblia. Cuando lo usa un loco, se convierte en un arma poderosa. Sin mencionar a sus ocho hijos que lo protegen como si fuera un rey.
-Anahi, sale de esta habitación, tenemos que prepararte, ¡la ceremonia de la elegida ya ha sido programada!
Puedo escuchar la euforia en la voz de mi madre. ¡Por supuesto! No se verá obligada a casarse con un viejo asesino, así que está bien, ¿verdad? Levantándome de la cama, escondo mi mochila detrás de la cómoda, junto con el mapa que robé de la clase de geografía y algunas galletas y bocadillos para escapar. El miedo a huir a lo desconocido es grande, pero el miedo a quedarse es aún mayor. Voy a la sala de estar, un poco más emocionada porque sé que la noche de las elegidas será la noche de mi escape. Es el único día que todos se reúnen en su totalidad, los 142 habitantes, todos en el salón del Consejo, incluso los guardianes. Tendré un intervalo de una hora para sortear las cercas y atravesar el bosque.
A pesar de todo, extrañaré a mi familia, pero sé que Kaillah estará feliz con mi desaparición. Parece realmente feliz de ser la Elegida, tal vez porque no sabe qué tendrá que ver con su esposo. Solo de pensarlo me enferma y me da escalofríos, tuve la suerte de que Nanah tuviera la ilusión de contarme los detalles maritales. Ninguna otra chica sabe sobre esto porque las lecciones sobre la vida matrimonial están prohibidas. Aprendemos sobre todo en la escuela, excepto el amor o la parte sexual, como dice la abuela. La semana pasada fue la primera vez que escuché la palabra sexo y desde entonces sé que no puedo casarme con ningún hombre. Si es para compartir algo tan íntimo con alguien, quiero que sea por amor, tal como sucedió con Nanah y el abuelo Tom. Me detengo en el mostrador de la cocina y veo a mi madre tararear.
-¿Cuando? - La pregunta sale un poco más ansiosa de lo que quería.
- Sábado ahora, querida. Y estoy segura de que serás tú.
Ella levanta las cejas de una manera que me asusta.
- ¿Cómo puedes estar tan segura, madre?
-Porque el guía Joe vino a ver a tu padre esta mañana y te dijo que debías usar tu mejor vestido y que él y yo deberíamos sentarnos en el banco principal.
-Mejor vestido? - Estoy segura de que lo dijo en serio lo más breve posible. El viejo pervertido no pierde la oportunidad de enderezarse los pantalones cuando ve a una mujer en la calle. Y es por eso que dejé de nadar en el lago cuando cumplí 15 años, a pesar de no tocar a las chicas, nada lo impide de mirar. Un nuevo escalofrío de disgusto atraviesa mi cuerpo cuando recuerdo cuando se detuvo en las rocas y me vio salir del lago, hurgando en sus pantalones. Llevaba pantalones cortos y una blusa y, sin embargo, me sentía desnuda. Nunca volveré a pasar por esto otra vez.
-Anahi, anímate! ¡Serás la chica más amada y envidiada de nuestra comunidad!
-No digas mamá, me amarán o me envidiarán. Ambos es imposible. Regreso a mi cuarto.
-¿Y la cena?
-No tengo hambre, gracias.
Hoy es miércoles, me da dos días para repasar mis planes, tragar mi miedo y salir corriendo.