Alfonso
Los últimos días han sido agotadores. Casi no vi mi Anahi, pero finalmente tenemos una posible ubicación donde las mujeres pueden estar.
El jefe de policía de Libby no fue muy lejos de casa, Phillip ya tiene al equipo listo para la acción y tendremos que volver a la pequeña ciudad. Me parece que han pasado meses desde la noche que conocí a Anahi, cuando en realidad apenas cumplió un mes.
Edward insistió en acompañarnos y, en cierto modo, creo que aún mejor, las mujeres estarán asustadas y nerviosas, si todavía están vivas.
No me arriesgaré a llevar a Anahi conmigo en esta operación, sé que solo me concentraré en mi trabajo si sé que ella está a salvo, y estoy seguro de que Savanah la cuidará por mí.
Miro a mi derecha y Phillip está a punto de explotar, Edward en el asiento trasero tiene los ojos cerrados y las manos juntas, debe estar rezando, después de todo, toda la ayuda es bienvenida.
Tan pronto como pisamos a Libby, revisamos los planes, mientras Edward permanece en el auto escoltado por dos agentes.
-Puedo manejar el sistema de alarma digital y las cámaras de seguridad que usa, Phillip, pero no puedo hacer nada con ningún otro tipo de trampa. - digo recordando la operación en la que perdí a mis compañeros - Ten mucho cuidado por dentro.
-Relájate, Alfonso, recorreremos todo el perímetro mientras apagas las cámaras y las alarmas. Sé que es demasiado reciente para ti, así que ten cuidado.
Asiento y empiezo a hacer mi trabajo, el sistema de seguridad de este tipo es bueno, pero está lejos de ser un problema, en unos minutos ya tengo todas las entradas listas para que el equipo haga su parte.
-Todo listo, ahora te toca a ti.
Phillip asiente y, a sus órdenes, un equipo de doce hombres se dirige hacia la trampilla de metal escondida entre las hojas secas del suelo.
¿Quién sospecharía de este lugar, una vieja granja abandonada con una pequeña casa que se derrumba y un sótano escondido? Probablemente pasaría desapercibido para casi todos, pero no para mí.
Revisando las finanzas y los contactos del ahora ex jefe de policía, encontré una gran compra de equipo de seguridad para instalar en este terreno. No haría falta ser un genio para saber que aquí se esconde algo muy valioso.
Miro de nuevo mi celular y aparece la foto de Anahi como salvapantallas, ella ha sido mi refugio, mi fuerza y en ese momento solo puedo pensar en volver a casa, a sus brazos.
-¡Mierda! - escucho disparos provenientes de la dirección del sótano. Edward se asusta y prácticamente salta del banco, pero lo seguro a tiempo.
-Ni siquiera pienses en salir de ese auto, lo último que necesitamos es un civil asesinado en una operación del FBI. Phillip sabe lo que está haciendo, tenga la seguridad.
A los pocos minutos salen cuatro agentes con cuatro hombres muy bien vestidos y ahora esposados, luego se van dos agentes más con dos hombres más, estos deben ser guardias de seguridad en el lugar, los puntos de escucha en los oídos hacen evidente su posición.
Finalmente, escucho gritos femeninos y Phillip aparece con una mujer en sus brazos y cuatro más siguiéndolo gritando.
Apenas tengo tiempo para moverme y Edward ya está fuera del auto corriendo hacia Phillip, pasa justo al lado de las cuatro mujeres que intentan acercarse a él y va directo hacia Phillip. Seguramente, la mujer en los brazos de mi jefe es tu Mary.
-¿Que ella tiene? - lo escucho gritar desesperadamente.
-No lo sé, pero está viva. La respiración es débil, pero está viva. - Phillip camina más rápido - Llamemos al equipo médico, Mary te necesitará más tarde, pero en ese momento, ¿podrías calmar a los demás, por favor?
Edward mira en la dirección que señala Phillip y asiente.
Las otras mujeres se acercan a él con precaución, ahora con la cabeza gacha en total silencio. Me acerco con igual precaución para ayudar a Edward con toda la explicación, tengo miedo de que vuelvan a gritar y se sobresalten por mi presencia.
-Está bien, Alfonso. Todavía viven bajo las reglas de la comunidad, solo hablarán cuando yo lo permita.
Realmente no puedo acostumbrarme a eso. En silencio escucho a Edward explicar todo lo que ha pasado en las últimas semanas, desde la fuga de Anahi hasta hoy, las mujeres lo miran con incredulidad, una mezcla de rabia y dolor.
-Mentió y creemos. - dice la más joven del grupo - ¡Ese ... ese ... inmundo!
-¿Qué te mintió exactamente? - mi curiosidad es grande, no podría tomarla hasta el interrogatorio.
Las cuatro mujeres me miran con sospecha y luego a Edward.
-Está bien, él es el hombre que salvó a Anahi y ahora son ...
-Novios. - completo - Pronto nos casaremos.
-Si Edward confía en ti, entonces debes ser un buen hombre. - comienza a hablar otra de las mujeres - Yo fui la primera en llegar aquí, cuando tenía diecinueve años, ahora tengo veinticinco. Las demás llegaban cada año. Soy Bella, esa es Ema, Nelly y Jenna, llegamos a pensar que ella sería la última Elegida, Joe nos dijo que era como una cosecha, recibió mensajes del cielo dictando que la Elegida debía ser llevada al servicio de los grandes elegidos.
-Podría explicarme mejor, por favor.
-Cuando Mary vino aquí, fue una sorpresa para todas nosotras. - Jenna, la más joven, volvió a hablar - Quiero decir, Bella fue elegida a los dieciocho años y dejó la comunidad a los diecinueve, un año después de casarse. Luego fue el turno de Ema, luego Nelly y finalmente yo. El ciclo era cada año, un nuevo Elegido, pero María llegó tres años después, era extraño.
-Entonces, según mi cuenta, Mary tiene veintiuno, Jenna tiene veintidós, Nelly veintitrés, Emma veinticuatro y Bella veinticinco. ¿Correcto? - Bella fue la que pasó más tiempo atrapada en este infierno.
-Eso. - confirma Bella - Joe nos dijo que no solo fuimos Elegidas para él, sino para servir a los elegidos.
-¿Cómo servirlos? - la pregunta me deja un sabor amargo en la boca.
-Con nuestros cuerpos. - dice Ema con la cabeza gacha - ¡Cielos, esto es tan vergonzoso! ¡Nos hizo creer que era nuestro deber, nuestra obligación servir y hacer todo lo que esos hombres necesitaban y querían!
El siguiente movimiento que veo es a Nelly alejándose e inclinándose sobre su estómago mientras saca lo que ha comido. Jenna corre para ayudarla, sujetándola del pelo y dándole palmaditas en la espalda.
-Nelly es la más tímida y sensible de todas. Me fortalecí con el tiempo y acepté mi destino. - Bella tiene una mirada perdida - Hasta hoy.
-Recibirás todo el apoyo necesario, Bella. - te lo garantizo porque sé que eso es exactamente lo que hará Phillip.
-¿Y Mary? - pregunta Edward desesperado - ¿Qué le pasó?
-No lo sé con certeza, solo nos conocimos dos días. Después de que la llevaron a una habitación separada, dijeron que era un castigo por no aceptar su deber elegido.
-Bella, ella ... ella estaba ... - Edward no puede completar la oración.
-No, todavía no había pasado por la preparación.
-¿Qué preparación? ¿Qué más inventó Joe para ti? - lo juro que si este hombre no se hubiera suicidado, yo mismo lo habría matado.
-Joe siempre se presentaba aquí una semana después de nuestra llegada para hablar sobre los deberes y obligaciones de las mujeres elegidas aquí, pero después de que llegó Mary, él no apareció. Por eso Mary se negó a hacer lo que le ordenaban los forasteros, por lo que la dejaron aparte para no ofender a los elegidos.
Veo a Edward respirar aliviado, puede parecer egoísta de su parte, pero lo entiendo. Ya tenía miedo de que Mary lo odiara por dejarla casarse con su padre, su miedo debió haber aumentado cuando pensó que ella lo odiaría aún más por experimentar este abuso.
-Mary está bien. - Phillip se apresura a acercarse - Le han dado un sedante, pero en unas horas estará despierta. Es tiempo suficiente para que lleguemos a Seattle y resolvamos esta situación.
-¿Puedo ir con ella? - Edward señala la ambulancia.
-Si niño. Vamos, sé que te mueres por hacer eso.
Phillip no tiene que repetirlo dos veces, Edward corre a la ambulancia y pronto estamos todos en el camino. Lejos de este infierno creado por un fanático.
Respiro hondo, vuelvo a casa con mi Anahi.
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La Elegida
RomanceAnahi nació y se crió dentro de la Comunidad de Crystal Lake, no hubo contacto con el mundo exterior, excepto uno u otro consejero tutor que aparecía muy raramente en busca de irregularidades y abusos. Poco sabían las condiciones y las reglas. Cuand...