shadows | #4 | teen wolf

6 | Dead.

| Muerto.

—No atiene mis llamadas —anuncié con preocupación, oyendo el mensaje del buzón de Parker al otro lado de la línea por quinta vez.

—Estamos cerca de la casa del profesor Yukimura —me avisó Stiles, manteniendo la atención en el camino—. Encontraremos a Kira y después lo buscaremos, ¿está bien?

No respondí, respirando agitadamente. Habíamos decidido unánimemente ir a buscar a Kira primero ya que ella y su familia vivían en una zona más cercana a la escuela que el edificio en donde vivían los Argent-Marshall, pero había estado llamado a Parker desde que salimos de la escuela y él todavía no atendía ninguna de mis llamadas ni respondía alguno de los montones mensajes de texto que le envié.

Aparté la mirada de mi celular, mordiéndome el interior de la mejilla con nervios y frunciendo el ceño mientras mi hermano giraba a la derecha en una esquina, viendo un cuerpo tendido en el suelo al lado de una motocicleta que me resultó fácil de reconocer.

— ¿Scott? —murmuré confusa. Stiles detuvo el auto a unos metros y no demoré en bajar con prisa, corriendo hacia el cuerpo en la calle y apresurando el paso cuando noté que parecía estar inconsciente porque ni siquiera se movía—. ¡Scott!

Me arrodillé a su lado cuando estuve cerca de él, tomándolo por los hombros y viendo el rastro de sangre seca en su frente al igual que la herida ya sanada. Scott comenzó a reaccionar, abriendo los ojos lentamente y alarmándose cuando pareció acordarse de algo.

— ¡Barrow se llevó a Kira! —avisó alarmado.

—Lo sabemos. Estuvo detrás de ella y Parker todo el tiempo —expliqué, dándole una mirada a Stiles desde el suelo—. Necesitamos saber si los demás encontraron algo en el bestiario.

—Llamaré a Beca y le preguntaré si Parker está con ellos.

Asentí y miré nuevamente a Scott, ayudándolo a ponerse de pie y a quitarse los restos de sangre de la frente, dándole una mirada a Stiles y viendo la mueca en su rostro en el momento en que terminó la llamada.

— ¿Encontraron algo? —preguntó Scott de inmediato.

—No, nada. Y al parecer Parker salió a tomar aire hace una hora y no ha regresado aún —informó, guardando su teléfono.

—Maldición —siseé, sintiendo la preocupación ahogarme—. Tenemos que pensar en algo. Los va a matar.

—Sabía que Barrow estaba allí —masculló Lydia—. ¿Cómo lo supe?

—Porque escuchaste las moscas, ¿cierto? —le recordé.

— ¿Qué escuchas ahora? —preguntó Scott.

—Nada. Siento que puedo hacer esto. Pero no sé qué hacer. Es como si lo tuviera en la punta de la lengua, pero no sé como activarlo —expresó con frustración—. Solo... lo juro por Dios, literalmente me dan ganas de gritar.