Queen Week 2020

Tradición

Día 1

Tema: colores pastel

Shipp: Deacury (Freddie Mercury x John Deacon)

Etiquetas: Fluff

Era su primera navidad en familia. La felicidad desbordaba en el departamento que compartían.

Se habían conocido hacía diez años, cuando un joven John Deacon audicionó para tocar en la banda que Freddie Mercury lideraba en aquel entonces. Pero jamás lograron el éxito y el grupo no continuó; y no volvieron a saber de los otros dos chicos que tocaban con ellos.

Freddie comenzó a trabajar como diseñador y abrió su propia tienda en una calle transitada de Londres, John acabó sus estudios de ingeniería electrónica y al graduarse, ayudó a su novio a armar una fábrica textil que ahora dirigía y donde producían las prendas que él diseñaba.

Se casaron algunos años después y cuando la marca de ambos comenzó a tener éxito, decidieron que era hora de agrandar la familia.

Allí se encontraba la pequeña Laura, de seis meses, dormida en la delicada cuna que John le había construido. Dormía plácidamente aguardando a que sus padres la despertaran para beber su biberón y arreglarla para la cena. Deacon fue el encargado de hacerlo y con cuidado acarició las pequeñas mejillas de la niña hasta que ella despertó, abrió y cerró su boca un par de veces provocando una risita del hombre al oír los sonidos que producía y abrió finalmente los ojos tomando la mano de su padre.

— ¿Dormiste bien, princesita?—susurró y la tomó en sus brazos.

Junto al mueble, Freddie había dejado colgado el pequeño vestido que la bebé debía lucir. Unas calzas blancas para que no tuviera frío, una camiseta del mismo color con solapas que sobresaldrían del cuello de un jumper amarillo pastel y una chaqueta y zapatos del mismo color. Aquel era el color favorito de su esposo, era obvio que lo eligiría.

En tanto la pequeña se despertó por completo, le quitó la pijama abrigada en rosa pálido que llevaba y le fue poniendo las prendas una por una. La niña no perdía de vista los movimientos de su papá y movía sus manos alegre. Cuando acabó de acomodarle la chaqueta para que estuviera cómoda, volvió a tomarla y se acercó al espejo con ella. Una sonrisa se formó en los labios de la pequeña Laura cuando vio su reflejo y comenzó a tocarse la carita.

—¿Te gusta, amor?— le besó la cabecita,— te ves preciosa.— La peinó un poco y salió de la habitación.

La sala estaba vacía, así que se dirigió a su propio cuarto y allí estaba Freddie preparándose, terminando de cerrar los botones de la camisa también del mismo tono amarillo pastel de la ropa de la niña. Pero eso no era todo, sobre la cama reposaba un conjunto exactamente igual al de él.

El mayor sintió la presencia de su hija y su marido en la habitación y volteó a verlos.

—Quedaste perfecta, cielo,— espetó al verla. La niña le sonrió como si entendiera que hablaba de ella.— Y tú, amor, usarás eso. Tenemos que estar los tres iguales para las fotos.

—Por favor, dime que estás bromeando.— John se sonrojó ante la sola idea de enviar la foto que Freddie planeaba hacer, pero lejos de ser una broma, Mercury se cruzó de brazos y lo miró con seriedad. Iba muy en serio.

Luego de una pequeña discusión, que Freddie ganó, ya los tres estaban listos. Ahora podían sentarse a cenar.

...

—Y por eso, papá Freddie nos obliga todas las navidades a vestir estos colores.— Respondió John a la pequeña curiosa mientras le ataba la cinta del vestido celeste. Era la cuarta vez que los obligaba a lucir esas tonalidades pastel.

Laura sonrió satisfecha de conocer la tradición de su familia y volteó para abrazar a su padre y bajar juntos a cenar.

Buenas! Justito llegué a las 600 palabras. Espero que les haya gustado.

Me alegra mucho poder participar en una iniciativa tan bonita, más en estos tiempos de cuarentena y pandemia que me ando volviendo loca.

Cuidense mucho. Nos leemos mañana y el resto de la semana!