Capitulo 2

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-Porque tratas tan mal a tu vieja marizza, ella te re quiere y vos la dejas ahí triste en su luna de miel- Dijo pablo una vez que se sentó con su novia en la mesa alejada de sus amigos.

-Y bueno yo también la quiero pero esa es mi manera de demostrarlo- Se encogió de hombros marizza.

-Pero mi amor tu forma de querer a tu vieja es rara- Le dijo compresivo pablo.

-Que van a pedir?- Les interrumpió la charla la camarera.

-Yo quiero el combo vegetariano- Dijo amable marizza a pesar de que la camarera se lo estaba comiendo con la mirada a pablo.

-Yo quiero un pedazo de asado con papa fritas- Dijo pablo poniéndose incomodo por la mirada de la camarera.

-Okey y algo para tomar?- Preguntó.

-Dos coca cola gracias- La camarera se fue y pablo soltó un suspiro ahogado -Ya me estaba poniendo incomodo- Dijo.

-Deja que flasheen con vos, total yo soy la que te va dar besitos todas las noches- Dijo marizza.

Ambos se sonrieron y juntaron sus labios en un beso sincero y tierno.

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-Tan mal madre soy?- Pregunta sonia viendo a marizza comiendo feliz con pablo.

-No sonia, ella te quiere, solamente no lo demuestra- Respondió convencida lujan, ella conocía a su mejor amiga como a la palma de su mano, sabia que amaba a sonia pero le daba vergüenza demostrarse cariñosa con su madre.

-Ojala sea así luji- Sonia sabia que su ciela bella la quería, solamente le hubiera gustado que no lo demuestre con ese papel de chica rebelde que aparenta marizza, le hubiera gustado que sea mas tierna con ella.

-Pablo la va cambiar sonia, ellos se complementan tan bien que lo que marizza trata de cambiar en pablo lo aprende ella también- Respondió manuel.

-Es verdad, pablito va cambiar para bien a marizza mi amor no te preocupes, es la edad nada mas- Dijo franco abrazando a sonia.

Mia estaba entretenida mirando comer a marizza y a pablo, se trataban tan bien, ella sabia lo cuanto se amaban, siempre le gusto esa pareja que hacen su hermanastra y su mejor amigo. Habían veces que envidiaba a marizza, ella era tan segura de si misma que podría andar desnuda en frente de mil personas y no le interesaría en lo mas mínimo, también envidiaba su cuerpo, no por el físico porque ambas tienen muy lindo físico, pero envidiaba que todo le quedase bien, marizza usaba ropa dos talles mas que el de ella y sin embargo a pesar de su mal gusto le quedaba re bien.

-Mia te re colgaste- Dijo divertido marcos al ver a mia sonriendo como una tarada mirando a su "pablizza"  Como los shippea ella.

-Eh si perdón- Sacudió la cabeza para enfocarse en lo que hablaban -Que decian?-

-Que mañana empieza el primer tour a mexico que pagamos con el hotel, vamos a ir a una importante playa y vamos a bucear para ver un antiguo pueblo azteca que quedo bajo agua hace miles de años-

-Nosotros ya conocemos mexico y todo eso daddy podemos no ir?- Dijo mia, ella y manuel ya hicieron los mismos viajes la vez que se vinieron a mexico de vacaciones.

-Pero yo quiero hacerlos de nuevo mi amor, una cosa es hacerlos solos y otra con tus mejores amigos y familia- Respondió contento manu.

-Bueno tenes razón- Dijo mia.

Pablo y Marizza se levantaron de su mesa y caminaron agarrados de la mano hacia donde estaban todos.

-Nos vamos a ir a dar una vuelta quieren venir?- Dijo marizza.

-No gracias ya tenemos sueño- Respondió rápido manuel ganándose la mirada fulminante de sus amigos.

-Okey nos vamos- Dijo pablo y así se fueron hacia la salida caminando.

-Yo quería ir- Se cruzó de brazos lujan.

-No entienden que están en su luna de miel y que solamente preguntaron para no quedar tan forros?- Dijo divertido manuel -Ellos querían pasear solos déjenlos pobres, pasaron mucho tiempo peleados ahora déjenlos disfrutar sin que se maten-

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-Marizza- Dijo pablo teniéndola a marizza entre sus brazos sentados en la vacía playa privada del hotel apreciando la hermosa noche.

-Que pasa mi amor- Dijo dándose vuelta quedando en frente de pablo mirando sus hermosos ojos azules.

-Te amo mucho, todabia no puedo creer que estemos juntos, es un sueño- Confesó pablo con una sonrisa.

-Jugármela por nosotros es de lo único que nunca me voy arrepentir en la vida- Agregó marizza a su noche de confesiones.

-Te amo- Juntaron sus labios en un cálido y tierno beso.

Marizza intensificó el beso tirándose de espalda el la arena dejando a pablo encima de ella, se separaban por falta de aire pero luego volvían a sus besos apasionados, de un beso tierno de amor pasaron a un beso lleno de amor pero también implementados en deseo y lujuria. La playa estaba vacía así que marizza pensó que era el mejor plan para su primera vez, ademas que estaban apartados del hotel y estaban en una zona alejada de todos. Pablo comenzó acariciarle la espalda por debajo de la remera que tenia, y como era suelta a su cuerpo tuvo mayor facilidad para sacársela. Al verla así debajo de el con esa carita tímida agarró la remera y la tapó y se separó de marizza sentándose en frente de ella haciendo notar su bulto.

-Que pasa?- Preguntó marizza confundida.

-Perdón, me apresuré y vos no estas lista perdón- Dijo arrepentido. 

Marizza sonrió y se tiró arriba de pablo haciendo que esta vez el esté de espaldas a la arena, le dio un beso en el cuello y se separó un poco solamente para verlo a la cara.

-Ya estoy lista mi amor, te lo quería decir antes pero me daba vergüenza- Confesó mirándolo fijamente a pablo.

-Enserio?- Dijo pablo con una sonrisa de oreja a oreja agarrando la cara de marizza para darle un beso en los labios, marizza asintió y pablo la abrazó fuertemente -Te amo tanto- 

-Yo también te amo muñequito de plástico- Le respondió marizza con una sonrisa para luego capturar los labios de pablo en un dulce beso.

Siguieron besándose en la arena y de a poco se fueron desvistiendo, al pablo estar en bóxer y marizza en ropa interior, pablo le sacó delicadamente el corpiño a marizza para empezar a dejar suaves y tiernos besos sobre sus pezones haciendo que marizza se estremeciera ante el tacto de sus labios en su cuerpo. Pablo acariciaba todo el cuerpo de marizza y la trataba como si fuera la chica mas delicada del mundo, bajó su mano hasta su feminidad haciendo círculos con su dedo por encima de sus bragas, marizza suspiraba entrecortadamente, pero comenzó a gemir cuando pablo le sacó la bombacha y metió un dedo en ella, los gemidos de marizza era la música que solo el podía escuchar y que le encantaba. Pablo trataba de ser lo mas cuidadoso posible, nunca estuvo con una chica haciendo el amor ni experimentando su primera vez, se contenía por no entrar en ella ya, y satisfacerla de todas las maneras posibles. Lentamente sacó su dedo y le abrió las piernas observando maravillado cada detalle de ella. Se separó al caer en la ficha de que no tenía un preservativo a mano, ni llevaba uno por las dudas..

Rebelde WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora