cinquediest💮

2.9K 229 115
                                    




No pudiste dormir en toda la noche, tus nervios se encontraban a flor de piel.

Os pasasteis toda la noche hablando.

Sobre las 4 am tus ojos se rindieron y te quedaste dormida.

(...)

Fuiste al centro de la ciudad, necesitabas a dos rehenes.

Te quitaste la máscara, y viste a dos chicos jóvenes paseando.

-Hola guapos! Os gustaría ir a dar una vuelta conmigo?- dijiste con tono seductor.

Los dos asintieron casi babeando.

Te parecía triste el hecho de que fuese tan fácil tener a ese tipo de hombres a tu pies tan solo diciendo eso.

Cuando llegaste con la máscara ya puesta a la joyería, viste a los dos gallegos ya dentro.
Habían forzado la puerta principal, ya que era domingo y estaba cerrada.

Hola chicos-los saludaste agarrando a tus dos rehenes del cuello de sus camisetas.

Los tiraste al suelo mientras segis los ataba de pies y manos.

Los tres empezasteis a llenar bolsas con todo el dinero que había en la caja, y muchísimas joyas.

Las armas estaban en una mesa apoyadas.

Mientras los dos se encargaban de coger todo lo de valor posible, tú decidiste hablar con los rehenes, ya que estabas muy aburrida.

-Y que tal estáis?

Tres de ellos estaban demasiado asustados como para hablar, el otro si que lo hizo:

-Como cojones quieres que esté zorra? Soy un puto rehén en un atraco de mierda- te dijo alzando la voz.

Cogiste un Ak-47 de la mesa.

-Repite lo que me has llamado pedazo de mierda.

Se quedó callado y muy asustado.

-Oh...se ve que ya no eres tan valiente cuando te apunto verdad?

Fuiste acercando el arma poco a poco, hasta tener justo la punta apoyada en su frente.

-Que cojones está pasando aquí?- se esuchó una voz muy grave, que pudiste reconocer al instante.

Chasqueaste la lengua.

-Chicos! Ya han llegado- avisaste a Segis y Rogelio.

Segis fue rápidamente hasta la puerta principal, colocándose bien el antifaz.

No podías escuchar la conversación, ya que estabas bastante lejos, solo se escuchaban las sirenas de los coches de policías, que poco a poco se iban apagando.

-Octavia! Ya quieren negociar- escuchaste que te gritaba tu compañero.

Lanzaste un beso a los rehenes y te dirigiste a la puerta con el arma.

Jack conway x tú [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora