Ella estaba viajando rápidamente en la noche fría. La fiesta se había alargado mas de lo que se esperaba. Estaba cansada y quería llegar rápidamente a su casa. No había nadie en la interminable carretera. Solo la neblina que se volvía cada vez mas densa. Llego un punto en el que ya no se veía nada y se paró bruscamente en medio de la calle. Tenía que esperar, no tenia opción.
Salió del carro esperando escapar de su encierro. Respiró el aire fresco y se sintió revivir. Le agradaba la neblina y su frescura. Saco su teléfono esperando poder iluminar el lugar y ver en donde se encontraba, pero el teléfono se prendió solo un instante, ya no tenía batería. Solo tuvo tiempo de ver la hora: 11:58. Maldijo para ella misma y volvió a guardar su teléfono. De repente escucho un murmullo, no sabía de donde venia, era como si saliera de todos lados. Era un murmuro desesperado, suplicante.
Es el alcohol, pensó, y decido volver a entrar al carro. Cuando posó su mano en la puerta noto que esta estaba repleta de pequeñas gotas de agua. Trato de quietárselas, pero no pudo. Se acerco a la luz de los faros y notó que todo su cuerpo estaba repleto de esas pequeñas gotas.
Se quedó observándolas, fascinada, de repente empezaron a evaporase. Todas las gotas empezaron a desaparecer y volvían a ser parte de la nube. Pero no solo las gotas se evaporaban, ella parecía hacerlo también. Su cuerpo, todo ella se evaporaba con las gotas. Soltó un grito desesperado que solo fue un leve murmullo que quedó atrapado en la nube. Y ella solo desapreció, se evaporó y desvaneció en el aire.
- ¿De quién es este caro?
-De alguien que ya no existe
- ¿Qué ya no existe? ¿Dónde está su cadáver?
-No hay cadáver, ya no existe
- ¿Cómo es eso posible?
-Solo dejó de existir.
-Eso no tiene sentido.
-La inexistencia tiene igual de sentido que la existencia.
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Después de las 12 (terminada)
Short StoryEstos son una serie de cuentos cortos, 12 en total, que cuentan la historia de 2 hombres que viajan entre dimensiones y el tiempo para toparse con muertes extrañas. Nadie sabe quienes son, nadie sabe de dónde salieron, pero siempre están ahí. El t...