Desde ese día me veo en la obligación de vestir y actuar de la manera la cual me negué, desde que tengo memoria, todos me decían que estaba mal actuar como mi verdadero yo. Así que me volví Yui Komori.
Lo único que no me imagine es que Yui caería en...
"La rosa había comenzado a marchitarse. Ansiando escapar, clavo la estaca en el corazón frío y desaparece. Cierro la tentación y el deseo ... dentro de un infierno sangriento prohibido"
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Escapar es la única salida de esta maldita mansión, debo salir no puedo soportar estar en este lugar ni un minuto más. Es evidente que, a pesar de ser un estorbo para esas malditas sanguijuelas, no puede ir así de fácil ellos necesitan mi sangre para alimentarse y si quiero estar lejos de ellos debo planear como irme sin que ellos muestren interés en seguirme.
Sé que soy desagradable para todos en la mansión, pero no por ello están dispuestos a ponerme en libertad, es decir ellos quieren tenerme en este lugar para disfrutar de mi humillación y sufrimiento. Debo encontrar la forma para que ellos pierdan todo interés en mí y luego debo buscar una forma para que ellos nunca quieran seguirme o donde no pueda encontrarme.
Piensa que puede hacer que a ellos no les diviertas tanto como ante, algo que ellos no esperen de ti. Creo que, aunque duela no me queda otra opción. Debo fingir que no me duele cuando me torturan debo se fuerte, es la única manera de volverme aburrida para ellos y así poder planear mi escape con más libertad.
Si quiero ser libre debo ser fuerte para enfrentarlos. Voy a salir de aquí, aunque me cuente la vida.
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– ¿Qué quieres? –Dije intentando sonar aburrida mientras veía por la ventana mientras una de las sanguijuelas se acercaba.
–Pequeña perra, ¿acaso estas de mal humor? –lo escucho decir con burla.
–No sabía que te importara tanto –digo secamente sin verlo.
