~Extra~

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[Punto de vista de Sasuke]

Sasuke no sabía de dónde había sacado esa idea pero ver la sonrisa de Naruto luego de encontrar la rosa que le dejo en su puerta decidió seguir con esta.

La segunda rosa le costó dársela, el rubio justo salió con la rosa que ya le había dado en el momento que estaba dejando la rosa por lo que haciendo uso de su chakra se adhirió al techo, esperando que el rubio no se diera cuenta y este fuera un despiste más a su lista. Al verlo alejarse le dejo la rosa y se fue a esperar un poco lejos para ver la reacción del que lo tenía enamorado. Verlo sonreír luego de oler la rosa lo sonrojo levemente. Si que lo tenía loco el Uzumaki.

La tercera rosa pensaba como dársela mientras desayunaba, ahí se le ocurrió el rubio todavía no estaría despierto y se dirigió a la cocina a preparar algo. Cuando terminó se dirigió a la casa del rubio entrando por una de las ventanas, usando una mesa que tenía en la habitación y preparo todo ahí dejando la rosa de ese día en el centro. Ver como el rubio soltaba una lágrima al dar el primer bocado le dieron ganas de ir a abrazarlo pero se contuvo difícilmente. Cuando vio que el rubio le dejaba una notita y se volvía a acostar, fue cuando volvió a entrar en su casa. Sonrió cuando leyó su contenido, "Gracias, mi luna". Recogió todo y lo guardo en su mochila, se acercó a Naruto y le acarició la cabeza, salió corriendo con el corazón a mil, al despertar al rubio tan fácil. Eso estuvo cerca.

La cuarta rosa quería dársela de otra forma que en su casa, pensó en donde podría ser un buen lugar para dársela, el campo de entrenamiento pero la única forma de dársela era por  la noche ya que si la ponía en el día Sakura o Kakashi la podrían encontrar, arruinando su sorpresa. Se tendría que disculpar con un ramen y seguro que lo perdona. Lanzó una tercera piedrita y vio azomarse a Naruto por su ventana, encontró la nota del Kunai, entro y salió con un abrigo. Lo siguió a lo lejos, lo vio susurrar algo y luego apagar las velas e irse con una sonrisa. No creía que lo podía enamorar más. Suerte que había dejado el ramen con un clon.

Luego de la entrega en el campo de entrenamiento, decidió volverle a dársela en su casa, pero cuando vio al rubio salir en dirección al bosque supo que si la dejaba ahí pasaría todo el día esperando al rubio y quería prepárale ya la de mañana. Volvió a su casa por su último regalo de parte de Itachi antes del incidente. Un cuervo al que le puso Keiro. Ya cuando estuvo cerca del rubio lo vio nadar, esperaría a que saliera para mandar a su amigo a dejar la rosa.

–Dale esto por favor, Keiro- dijo dándole la rosa, la cual agarró y salió volando en dirección de un ojiazul dormido. Luego de que se la dio se quedó un rato a que volviera su cuervo y se fue con el, antes de que el rubio lo notara.

La sexta rosa y le penúltima antes de que le diera la definitiva, decidió dársela en una misión, cuando notó al rubio distraído mando a un clon suyo transformado en gato a dejar la rosa en un lindo árbol de cerezo que vio más adelante. El leve sonrojo que provocó en el rubio lo emociono.

La última rosa no sabía como dársela, quería dársela él en persona pero no se sentía con el valor para hacerlo. Escucho que lo llamaban y escondió la rosa con etiqueta negra detrás de él. No creía que alguien fuera a esa hora a ese lugar. Al ver unas hebras doradas se puso nervioso, tener experiencia en ocultar emociones le facilito que no se notará.

–Naruto... Es raro verte despierto tan temprano- decia mientras se sentaba, ya que estaba acostado cuando el otro llegó.- ¿Te sientes bien? -decía con un deje de preocupación a la persona que tomaba asiento junto a él.

–Si, estoy bien, para mí también es raro pero ayer me dormí muy temprano que siquiera cene.- decía mientras apoyaba sus brazos sobre sus rodillas admirando el paisaje.-¿Y tu? ¿Vienes a ver el amanecer?.- pregunto viéndolo.

–Si, vengo a ver el sol.- respondió viendo en el cielo al sol que se asomaba. Parece que el rubio si estaba cansado luego de su misión.

–Je, yo vengo a ver la luna ocultarse- le respondió el blondo dirigiendo su mirada al cielo. Escuchar eso se le hizo un poco gracioso, cada uno venía a ver al contrario segun los apodos que él había puesto.

Luego de un rato de ver cómo se ocultaba la luna, estando aún en el cielo, y salía el sol, Sasuke se decidió. Sería ahora o nunca, esperaba que todo saliera bien.

–Naruto- lo llamo con un sonrojo en sus mejillas, extendiéndole la última rosa. No podía verlo mientras se la daba por lo que desvío su mirada. -Leela. - le pidió, no sabía dónde meterse.

Naruto la tomo con sumo cuidado y vio el mensaje que tenía. Era más largo que las anteriores después de todo.

Naruto no dejaba de soltar lágrimas. Sasuke lo miraba expectante para saber cómo reaccionaria, sin saber si lo iba a rechazar o no. El rubio dejo delicadamente la rosa y saltó sobre él rodeándolo en un abrazo. Eso le sorprendió, no esperaba eso.

–Eres un teme muy poético y muy buen cocinero- decía soltando unas risitas que hablandaba aún más su corazón.

–Naruto...-suspiró rodeando al rubio con sus brazos recostándose para aguantar el peso del rubio.

–Ne, ne, Sasuke... ¿Quieres ser mi novio?- pregunto soltando una risita al final, escondiendo el rostro en su cuello.

–Claro que si, Usuratonkachi- soltó el abrazo y saco la cara del rubio de su hombro, para besar esos labios que lleva queriendo besar desde el primer día. No cabía de felicidad.-Te amo, mi sol.

-Yo también te amo, mi luna- dijo para volver a besarlo.

Rosas para Naruto [NSN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora