~Día 3~

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El no admitiría que estaba terriblemente sorprendido y asustado, frente a él en una mesita, había un desayuno completo con una rosa en el centro. Como pudo se levantó de su cama y registro toda su casa. Se preguntaba cómo había entrado esa persona. Reviso todo una última vez y volvió a su habitación. Se sentó en su cama como indio y tomo una de las tostadas que estaban en la mesa. La probó cuidadosamente por si tenía veneno, podría haber sido un aldeano en un intento de matarlo. No tenían veneno, sonrió para si mismo y soltó una lágrima. Le dio una probada a todo, comiendo tranquilamente. Quién allá hecho eso cocinaba muy bien. No tenía nada que hacer ese día, se podía relajar todo lo que quisiera.

Terminado su desayuno, se dispuso a leer la etiqueta de la rosa que le dieron ese día.

"¿Cómo no iba a pensar en ti, si te echo de menos? ¿Cómo no iba a soñar contigo, si eres mi ángel protector? ¿Cómo no iba a desearte, si por ti solo siento amor?"

-Tu luna.

Se rió. Esta persona sabía cocinar y era todo un poeta. Releyó la nota un par de veces. Dejo la rosa en el florero y agarró la vajilla que se encontraba en la mesita. Lavo todo y lo dejo de nuevo como lo encontró, con una notita que decía "Gracias, mi luna". Se recostó en su cama y cuando ya se estaba durmiendo sintió una caricia en su cabeza. Exaltado se levantó y noto que los platos ya no se encontraban.
Sólo quedaba su notita. La tomo entre sus manos y sonrió volviéndose a dormir.

"Descansa, mi sol."

Rosas para Naruto [NSN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora