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Llegando a tierras soviéticas, Bielorrusia fue directo a su país para dejar su avión y después fue directo a la casa de Rusia de noche, para que nadie se diera cuenta.

Dejo el sobre en el buzón y se fue, cubriéndose con una capa negra que la cubría perfectamente una gran parte del rostro y todo su cuerpo.

Por la mañana, la mucama salió por los correos, como siempre acostumbra, y los lleva directamente hacía la oficina de Rusia. Al llegar ella, los revisa uno por uno y lo que le parezca interesante o importante, los a guarda y los demás los tira.

Rusia: veamos que hay de nuevo –tomando las cartas– mmm no, no, este sí, este no –así estaba hasta que encontró una carta que, para ella, era extraña y llamativa–

Efraín Huerta”

–¿Quien es este? –abrio la carta con mucha curiosidad–

Absoluto amor

Como una limpia mañana de besos morenos
Cuando las plumas de la aurora comenzaron
A marcar iniciales en el cielo. Como recta
Caída y amanecer perfecto.

Amada inmensa
Como un violeta de cobalto puro
Y la palabra clara del deseo.

Gota de anís en el crepúsculo
Te amo con aquella esperanza del suicida poeta
Que se meció en el mar
Con la mas grande de las perezas románticas.

Te miro así
Como mirarían las violetas una mañana
Ahogada en un rocío de recuerdos.

Es la primera vez que un absoluto amor de oro
Hace rumbo en mis venas.

Así lo creo te amo
Y un orgullo de plata me corre por el cuerpo.

Efraín Huerta

Término de leerlo, y en su rostro, confusión y sorpresa se hicieron presentes; “¿cómo llego esto aquí?”, “¿acaso es para mí?”, eso y más era lo que se preguntaba ahora mismo.

Rusia: lo mas probable es que se hayan equivocado. Ni siquiera tiene el destinatario, aunque, esta bonito... –sonrió pero después sacudió su cabeza– Ay, pero que cosas dices –guardando la carta en un cajón del escritorio – después me ocupare de esa carta y entregarla a quien corresponda

Por otro lado...

*sonido de llamada entrante*

–: Bueno?

Bielo: Hola México, te aviso que la entrega fue exitosa! –dijo lo último casi gritando–

México: –feliz– te lo agradezco muchísimo. Y de casualidad, ¿sabes como reaccionó?

Bielo: no he ido a su casa, pero por ti, voy y te digo después

México: siento que sería mucho pedir

Bielo: oh vamos, yo me estoy ofreciendo. –río levemente– Sabes, siento que tú eres el indicado para ella

El latino se sonrojo demasiado al escuchar tal comentario

México: d-de veras lo crees? –por dentro estaba nervioso y emocionado–

Dejame Conquistar tu Corazón (RusMex o mejor dicho MexRus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora