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—que?, Cómo? –dijo la rusa–

México se sobresalto y empezó a preocuparse por la carta, pensó que tenía algo de malo.

México: ¿h-hay algo malo?

La carta decía así:

De: tu admirador secreto

Hola.

Buenos días, tardes o noches, no se a que horas tengas la carta en tus manos; Bueno, como sabemos, ONU te pidió que fueras a México, pero nunca se menciono que día ibas a ir. Así que, gracias a varios contactos, pude saber que te fuiste desde el lunes y también en donde te quedaste. México es un buen country, no lo dudes.

La razón principal de esta carta es para entregarte un poema echo por mi. En la otra hoja esta.

La soviética metió sus dedos dentro del sobre y saco la otra hoja de papel pero solamente lo puso sobre el escritorio. 

Rusia: no, nada de eso. Solo me lleve una gran sorpresa

México: oh, ya veo. (uff, menos mal   -penso-) bueno me retiro –caminando a la salida–

Rusia: e-espera –dijo con voz baja–

México: perdón, me hablaste?

Rusia quería decirle algo pero mejor se abstuvo.

Rusia: .... No, nada. Gracias

México: bueno, cualquier cosa me hablas –le sonrió y salió por la puerta–

La soviética soltó un suspiro y se sentó en el pequeño escritorio que había en la habitación. 

Rus ~la verdad quería un consejo por parte de él, estuve a nada de contarle esta situación. ¿Qué hago?, ¿Qué le dire?, ¿dará a conocer su rostro?, y si no me agrada? dios, necesito alguna señal.~

Eso y más preguntas volvían a su cabeza, ¿Por qué se le hacia complicado decir "si" o decir "no"? bueno, el amor siempre es complicado, verdad? 

Después, miro la hoja doblada que puso en el escritorio y lo desdobló para poder leer el contenido. 

Del cielo cayó un ángel
De belleza radiante;
Y vino a iluminar mis días
Como mis noches.

Afortunado sería yo
Si me das tu amor.
Aún sin ser un superior,
Yo te daré todo mi amor.

No le pediría más
A la vida ni a la luna,
Que una sonrisa tuya
Que ocultas día tras día.

Espero ser yo
El merecedor de tu alegría.
Te prometo que jamás,
Borraría aquella sonrisa.

M.

Sus mejillas se tornaron de un ligero color carmesí. Admitió que estuvo muy bonito y acto seguido, se acostó en la cama para seguir pensando.

Mientras con México...

—entra a su cuarto rápidamente y cierra la puerta, se veía algo agitado y nervioso– ahh, ahh, vamos México respira –se decía a si mismo– Ay, Rusia. Lo que me haces hacer jeje. –suspira– Ojala que te haya gustado

Dejame Conquistar tu Corazón (RusMex o mejor dicho MexRus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora