Dejame Conquistar tu Corazón (RusMex o mejor dicho MexRus)

#22

A unas cuantas mesas de distancia, la francesa observó todo y se levanto para ir tras México.

Fran: Hey! México! -gritó-

Méx: Francia? -volteo a verla-

Fran: explicame -el norteamericano la miraba confundido- me refiero a las bellas palabras que le dijiste a Rusia -dijo con emoción-

Méx: aaah, esteee... Lo dije sin pensar jeje

Fran: pues dejame decirte que lo hiciste tan bien que la dejaste sin aliento. Vas muy bien

El mexicano se sonrojo por el alago de la europea.

Méx: te lo agradezco

Fran: también quiero felicitarte por controlar tus celos. No es cosa fácil

Méx: como tú lo dijiste: los celos son como veneno y te hacen ver como alguien inmaduro e inseguro

Fran: exacto. Aún que, me gustó que lo dejarás callado. Ustedes los latinos son muy buenos en responder y no dejarse por nadie

Méx: así es -dijo orgullosamente -

Fran: ahora, ¿que tienes planeado?

Méx: tengo muchas cosas en mente. necesito de tu opinión

Fran: de acuerdo

Ambos se fueron para el aeropuerto con rumbo a tierras francesas.

Por otro lado, nuestra querida soviética se encontraba manejando por las frías carreteras de su nación. Había dejado a sus hermanos en el aeropuerto y ahora se dirige a su casa para resolver algunos asuntos y posteriormente empacar para su viaje a México.

Y hablando de México, aún sigue pensando por lo que el mexicano dijo hace unos momentos atrás, y eso no es todo, esas palabras y en la forma en que lo dijo, provocaron que su corazón latiera tan rápido y su mente se quedará en blanco, sin saber que hacer o que pensar. Por esa razón se alejo de ahí, es lo único que se le ocurrió.

No es la primera vez que alguien llega y le dice uno que otro halago, elogio o cosas románticas y siempre las pasa por alto, pero en esta ocasión no fue así. Desde lo de USA, ha pasado muchísimo tiempo para que de nuevo, las palabras bonitas le endulzaran el oído.

—(¿será que me enamore por unas simples palabras? Jaja, basta Rusia, olvidalo) –se decía a sí misma mientras acomodaba las cosas que llevó en su bolso. En el, traía plumas, un cuaderno y ¿un sobre?–

—porque tengo un sobre? –lo abrió y lo leyó:–

"Hoy pude verificar que la luz del día no es suficiente, sí tú no estás presente. Tú haces que mis días brillen y llenas de luz mi oscuridad del corazón.

Te veré luego, flor de miel."

—con todo esto, olvidé al tipo que me escribe y me dedica canciones, –llevando la carta a su pecho– ¿Quién serás?

Esa pregunta no la dejaba dormir, ¿será del mismo continente?, ¿acaso es europeo?, ¿americano u oceánico? Tenía en mente a varios candidatos, pero el estilo de la música de aquella noche le hacían descartar a ciertos countrys. Los únicos que entraban son los latinos.

A decir verdad, ella no sabia sobre la cultura de otros países; estaba tan concentrada en su propio país que no lo importaba el mundo entero. Pero ya es hora de conocer cosas nuevas.

—Aún así, ¿porque estoy tan interesa en él? Ni siquiera me importa

~¿Estás segura?~