Dejame Conquistar tu Corazón (RusMex o mejor dicho MexRus)

#29

Como un día cualquiera en la ciudad de México, nunca falta las avenidas llenas de mucho tránsito y para nuestros amigos, no se salvaron de ella.

CDMX: sean pacientes, ahorita llegamos

China: ¿para esto nos trajeron? Mejor nos hubiéramos quedado

Arge: mejor no digas nada, tus ciudades están igual o peor –el sudamericano estaba sentado al lado derecho del chino en los asientos de en medio–

México: como esa vez, cuando fue la reunión en tu país, nos tocó un trafical terrible –él era el copiloto–

Arge: jaja si, por eso llegamos tarde

China: ustedes siempre llegan tarde

México: llegábamos tarde

Bielo: cierto. Hace como 5 años que ya no llegan tarde, –ella y Rusia estaban en los asientos traseros– y siempre me he preguntado el porque –viendo de reojo a su hermana pero ella ni en cuenta–

Arge: si verdad, ¿porqué México?

México: ahhh, pu-pues porque si, es que... ya era hora de enderezarse y así, no? –dijo con un poco de nervios–

Rusia: –fijo su vista en el tricolor– (de nuevo esta tartamudeando, tal vez oculta algo que los demás no quieren que sepan –pensó–) yo lo apruebo, y los felicito por su buena elección

México: m-muchas gracias señorita Rusia –causándole un ligero sonrojo pero se volteó rápidamente para que nadie lo viera–

Bielo: a mi también me alegra su actitud –parándose para abrazar al argentino por los hombros y cuello y plantandole un beso en la mejilla–

Rusia: –confundida– Biel!, sabes que no puedes hacer eso a menos que... Esperen, –analizando– ¿ustedes son pareja? –dijo friamente–

Argentina por alguna razón sintió miedo, pues tenia el pensamiento de que la rusa lo mataría ahí mismo. Mientras que Bielorrusia solo estaba feliz por decir lo siguiente:

Bielo: hermana mía, quería decirlo frente a la próxima junta mundial, pero ustedes serán los primeros.    –aclara su garganta– chicos, oficialmente declaro que Argentina y yo...

Arge: Somos novios –habló con seguridad–

Los demás solo estaban sorprendidos, bueno, México no tanto, pero nunca pensó que andarían tan rápido.

Arge: yo, Argentina, declaro que quiero pasar el resto de mi existencia con la chica que me cautivó aquél día cuando nos conocimos. Y si yo no cumplo con mi promesa y la hago llorar, todos ustedes tienen el derecho de darme con todo lo que tengan en mano.

Firmeza, decidido y seguro, bastaron para que la rusa diera su aprobación, pero para ella fue muy pronto.

Rusia: –suspira– me alegro por ustedes, espero que lo que dices sea verdad. yo no decido si mi hermana quiere estar contigo o con alguien más, pero eso sí, le haces algo malo y no volverás a ver la luz de otro día –dijo amenazante y fria, dandole una mirada de terror–

Méx ~uff, que carácter, me gusta~

Arge: s-si cl-claro lo q-ue usted d-diga –palideció y por poco se hace en sus pantalones–

Bielo: Ay ya, deja de espantarlo       –abrazándolo aún más, llevando su cabeza a su pecho y pues ya se lo imaginarán–

Arg~ahhh estoy en el cielo~

Rusia: yo solo le dije su futuro –dio una leve risa–

México: Jaja un buen futuro –todos rieron, menos China claro–