Mis extraños sentimientos | Tododeku

29. Te amo.

Lunes

Cuando el almuerzo terminó y ya no quedaban muchos presentes en la mesa.

Ambos se levantaron para dirigirse a la cocina, dispuestos a lavar sus platos.

Mientras el bicolor lavaba los dos platos.

El peliverde se recostó contra la pared.

-Gracias- dijo el peliverde tras la acción solidaria del otro- Así que... ¿Mañana vamos a ir a cenar?- preguntó, motivado.

-Si, te notas emocionado, pecoso hermoso-

-Si... Lo estoy- respondió.

Todoroki se dirigió a dónde se encontraba el otro.

Apoyando sus brazos sobre la pared mientras le miraba fijamente a los ojos verdosos junto a una leve sonrisa.

Los nervios cada vez más crecían en el más bajo, la poca distancia que mantenía con Shouto, lo ponía bajo presión.

Lentamente, el bicolor se acercaba al otro, quien tenía el rostro considerablemente rojo, llegando a sus labios.

El peliverde, inmóvil. Escucho una voz femenina que lo hizo estallar en vergüenza.

-¡AHHH! ¡Lo sabía, lo sabía, LO SABÍA!- Exclamó Ashido entre gritos agudos y tiernos junto sus brazos hacia arriba y una sonrisa emotiva.

-¡A-Ashido-San! ¡No es lo que parece!- respondió él peliverde, nervioso.

Al bicolor no le importó mucho que los hubiera visto.

Y en un momento de presión para el peliverde, salió corriendo de la cocina a las escaleras, subiendo a su habitación.

A Shouto le sorprendió ver la reacción del otro, y sin pensarlo, corrió tras él, persiguiéndolo.

Algunos que se encontraban en la sala y notaron la extraña escena, voltearon  a mirar preocupados.

Pero Uraraka junto a Iida, Kaminari y Kirishima. Se encontraban sorprendidos observando la extraña situación de cuestión de segundos por parte del peliverde.

-¡Deku-Kun!- exclamó Uraraka, quien iba tras Midoriya, pero fue detenida por Kaminari, quien la miro a los ojos preocupado.

-Deja que Todoroki-Kun hable con él, tal vez...tal vez tiene algo que ver con ellos o algo así- respondió el rubio, quien al saber un poco más a fondo sobre la relación entre sus dos compañeros, prefirió respetar su privacidad.

-Vaya... No había visto a Midoriya así antes- dijo Kirishima, un poco preocupado.

-¡Deku siempre fue un llorón!- Exclamó Bakugou.

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Todoroki perseguía a Midoriya hasta su habitación.

Hasta que este entro allí y cerró la puerta de un portazo, dejando al más alto afuera.

Sorprendido, Shouto golpeo la puerta veces seguidas mientras lo llamaba por su nombre.

-Izuku, Izuku, Izuku- Llamaba el bicolor detrás de la puerta- Izuku, por favor, ábreme la perta-

Adentro, el peliverde se encontraba sentado en su cama junto a sus pies apoyados en el colchón, abrazando sus piernas, escondiendo su rostro e intentando calmar los nervios. Los cuales hacían que lagrimas de sus ojos salieran lentamente.

El otro golpeó otras tres veces la puerta hasta que una suave voz habló.

-Pasa...- Susurró el peliverde, con una voz somnolienta, sin levantarse.