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Cuando salieron bajo el cielo estrellado, Harry subió a Dumbledore a la roca más cercana y lo ayudó a levantarse.

Empapado y tembloroso, cargando con el anciano profesor, el muchacho se concentró con todas sus fuerzas en su destino: Hogsmeade. Cerró los ojos, agarró a Dumbledore por el brazo tan firmemente como pudo y se abandonó a aquella horrible sensación de opresión.

Antes de abrir los ojos ya supo que la Aparición había dado buen resultado, pues el olor a salitre y la brisa marina se habían esfumado.

Temblando y chorreando, se hallaban en medio de la oscura calle principal de Hogsmeade. Por un instante Harry fue víctima de un espantoso truco de su imaginación y creyó que allí también había Inferi saliendo de las tiendas y arrastrándose hacia él, pero parpadeó varias veces y comprobó que nada se movía en la calle, donde sólo había algunas farolas y ventanas encendidas.

-¡Lo hemos conseguido, profesor! - susurró con dificultad, sintiendo una dolorosa punzada en el pecho - ¡Lo hemos conseguido! ¡Tenemos el Horrocrux!

Dumbledore medio perdió el equilibrio y se apoyó en el muchacho.

Harry creyó que su inexperiencia en aparecerse había afectado al director, pero entonces reparó en que su cara estaba más pálida y desencajada que nunca, apenas iluminada por una lejana farola.

-¿Se encuentra bien, señor?

-He tenido momentos mejores -contestó Dumbledore con voz frágil, aunque le temblaron las comisuras de la boca, como si quisiera sonreír - Esa poción...no era ningún tónico reconstituyente ...

Y Harry, horrorizado, vio cómo el anciano se desplomaba.

-Señor...No pasa nada, señor, se pondrá bien, no se preocupe - Desesperado, miró en derredor en busca de ayuda, pero no vio a nadie; su único pensamiento fue que debía ingeniárselas para llevar cuanto antes a Dumbledore a la enfermería- Tenemos que volver al colegio, señor. La señora Pomfrey...

-No -balbuceó Dumbledore - Necesito...al profesor Snape...Pero no creo...que pueda caminar mucho...

-Está bien. Mire, señor, voy a llamar a alguna casa y buscaré un sitio donde pueda quedarse. Luego iré corriendo al castillo y traeré a la señora...

-Severus - dijo Dumbledore con claridad- Necesito ver a Severus...

-Muy bien, pues a Snape. Pero tendré que dejarlo aquí un momento para...

En ese instante Harry oyó pasos precipitados y el corazón le dio un vuelco: alguien los había visto y acudía en su ayuda. Era la señora Rosmerta, que corría hacia ellos por la oscura calle luciendo sus elegantes zapatillas de tacón y una bata de seda con dragones bordados.

-¡Los he visto aparecer cuando corría las cortinas de mi dormitorio! Madre mía, madre mía, no sabía qué...Pero ¿qué le pasa a Albus?

Se detuvo resoplando y miró boquiabierta a Dumbledore, que yacía en el suelo.

-Está herido -explicó Harry - Señora Rosmerta, ¿puede acogerlo en Las Tres Escobas mientras yo voy al colegio a buscar ayuda?

-¡No puedes ir solo! ¿No te das cuenta? ¿No has visto...?

-Si me ayuda a levantarlo - dijo Harry sin prestarle atención - creo que podremos llevarlo hasta allí...

-¿Qué ha pasado? - preguntó Dumbledore - ¿Qué ocurre, Rosmerta?

-La...la Marca Tenebrosa, Albus.

Y la bruja señaló el cielo en dirección a Hogwarts. El terror inundó a Harry al oír esas palabras. Se dio la vuelta y miró.

Harry Potter y El Misterio Del Principe (Versión Harmony)[Completado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora