Harry Potter y El Misterio Del Principe (Versión Harmony)[Completado]

8

Katie fue trasladada al Hospital de San Mungo para enfermedades y lesiones mágicas al día siguiente, momento en el que la noticia de que había sido maldecida se había extendido por toda la escuela, aunque los detalles estaban confusos y nadie más que Harry, Ron, Hermione y Leanne parecía saber que la propia Katie no había sido el objetivo previsto.

-Ah, y Malfoy lo sabe, por supuesto - dijo Harry a Ron y Hermione, quienes continuaron su nueva política de fingir sordera cada vez que Harry mencionaba su teoría de Malfoy-es-un-Mortifago.

Harry se había preguntado si Dumbledore regresaría de donde sea que había estado a tiempo para la lección del lunes por la noche, pero como no había dicho nada al respecto, se presentó fuera de la oficina de Dumbledore a las ocho en punto, llamó y le dijeron que entrara.

Allí estaba sentado Dumbledore con un aspecto inusualmente cansado; su mano estaba tan negra y quemada como siempre, pero sonrió cuando le hizo un gesto a Harry para que se sentara. El Pensadero estaba sentado en el escritorio otra vez, proyectando motas plateadas de luz sobre el techo.

-Has tenido un tiempo ocupado mientras yo he estado fuera - dijo Dumbledore - Creo que fuiste testigo del accidente de Katie.

-Sí señor. ¿Como esta ella?

-Todavía muy mal, aunque tuvo relativamente suerte. Parece haber rosado el collar con la menor cantidad de piel posible; Había un pequeño agujero en su guante. Si lo hubiera sostenido con su mano sin guantes, habría muerto, tal vez al instante. Afortunadamente, el profesor Snape pudo hacer lo suficiente para evitar una rápida propagación de la maldición ...

-¿Por qué él? - preguntó Harry rápidamente - ¿Por qué no Madame Pomfrey?

-Impertinente - dijo una voz suave de uno de los retratos en la pared, y Phineas Nigellus Black, el tatarabuelo de Sirius, levantó la cabeza de los brazos donde parecía estar durmiendo. - No habría permitido que un estudiante cuestionara la forma en que operaba a Hogwarts en mi día.

-Sí, gracias, Phineas - dijo Dumbledore sofocante - El profesor Snape sabe mucho más sobre artes oscuras que Madame Pomfrey, Harry. De todos modos, el personal de San Mungo me está enviando informes por hora, y espero que Katie se recupere por completo a tiempo.

-¿Dónde estuvo este fin de semana, señor? - Preguntó Harry, sin tener en cuenta un fuerte sentimiento de que podría estar empujando su suerte, un sentimiento aparentemente compartido por Phineas Nigellus, quien siseó suavemente.

-Prefiero no decirlo ahora - dijo Dumbledore - Sin embargo, te lo diré a su debido tiempo.

-¿Lo va a hacer? - dijo Harry, sobresaltado.

-Sí, eso espero - dijo Dumbledore, sacando una nueva botella de recuerdos plateados del interior de su túnica y descorchándola con un pinchazo de su varita.

-Señor - dijo Harry tentativamente - Vi a Mundungus en Hogsmeade.

-Ah sí, ya soy consciente de que Mundungus ha estado tratando tu herencia con desprecio - dijo Dumbledore, frunciendo el ceño un poco. - Ha caído al suelo desde que lo abordaste fuera de Las Tres Escobas. Más bien creo que teme enfrentarse a mí. Sin embargo, ten la seguridad de que no se irá con más de las viejas posesiones de Sirius.

-¿Ese viejo mestizo sarnoso ha estado robando las reliquias Black? - dijo Phineas Nigellus, enfurecido; y salió de su marco, sin duda para visitar su retrato en el número doce, Grimmauld Place.

-Profesor - dijo Harry, después de una breve pausa - ¿Le dijo la profesora McGonagall lo que le dije después de que Katie se lastimara? ¿Sobre Draco Malfoy?