3💋

466 35 3
                                        

Dos meses. Alrededor de 60 días. Más de 800 horas, miles de minutos y segundos habían pasado.

Y no podía olvidar su beso.

Era imposible para mí borrar de mi memoria aquel acto que, sí bien fue una advertencia, me pareció el toque más sensual y delicado que jamás había sentido.

Aquellos rojos labios habían estado tan sólo microsegundos junto a los míos, pero dejaron una sensación que no había desaparecido y no quería desaparecer de mi boca.

No había dejado de buscarla; desde ese día no había parado de seguir sus pasos, pero cada que daba con ella parecía estar al tanto de que estaba a punto de atraparla y escapaba, siempre delante de mi.

—¿Vamos al café? —JungKook estaba frente a mi en mi oficina, el caso de Yoonji seguía a mi cargo y no quería dejar pasar minutos que tal vez podría ocupar para encontrar alguna pista, sin embargo llevábamos horas trabajando y mi cuerpo pedía descanso y ¿por qué no? algo de comida.

—Vamos —digo, noto encima de mi mesa un sobre blanco que no dudo en tomar y guardar en mi saco antes de levantarme. Nos toma alrededor de diez minutos salir de mi oficina, tomar el elevador y salir a la cafetería frente a nuestro edificio de trabajo.

JungKook pide un latte y yo un capuchino antes de que empecemos a hablar de Yoonji y el caso.

Esa chica me estaba volviendo loco, quiero decir, ¿cómo es posible que con un beso me hubiese podido mandar a la zona de chico enamorado? Estaba tan confundido que no podía concentrarme en buscar pistas o cualquier detalle que me llevase a ella.

Suspiro mientras tomo de mi café y el sabor dulce y caliente ataca mi boca, un sabor bastante agradable, casi tan dulce como los labios de Min Yoonji.

—¿Sabes quien entrega la correspondencia en la oficina? —pregunto mientras saco el sobre de mi saco y miro a JungKook. Asiente.

—Taehyung —dice y miro el sobre; mi corazón da un brinco en mi pecho cuando noto un beso marcado sobre el papel y mi nombre al lado del mismo con la letra cursiva más linda que jamás había visto en mi jodida vida. No digo nada, solo me limito a abrir el sobre y admirar la belleza de aquella tipografía, pasando mis ojos por cada palabra, cada párrafo, intentando imaginar que es su voz la que lee, imaginando sus rojos labios moviéndose mientras pronuncia cada palabra plasmada en el papel, con tinta roja.

»—Hablé con un amigo sobre el caso —lo miro unos segundos antes de seguir leyendo —, es un infiltrado —da un sorbo a su bebida y suspira —. Yoonji dará una fiesta dentro de una semana —lo miro, lo que acababa de leer era algo más que solo una carta, era, más bien, un pase de salida para atrapar a la linda chica.

—Que curioso, JungKook —sonrío, no se me escapa la mirada de confusión con la que me ve mientras coloco sobre la mesita la carta —. Parece que fui invitado a esa fiesta.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

—Ve tú mismo la invitación —le ofrezco el papel y lo toma, lee con rapidez y después me mira.

—Al parecer le gustas —sonríe, deja la carta sobre la mesa.

—¡¿Qué?! —hago una mueca, no podía dejar que supiera que ella era la que me gustaba, aunque que lo dijera había hecho a mi corazón latir con rapidez —. No digas estupideces —tomo la carta y la guardo.

—Debes ir.

—Obviamente voy a ir, JungKook.

—Solo… imagina las posibilidades de que se enamore de ti, con eso bastaría para atraparla, para que al fin pagase por lo que hizo.

Suelto una risita.

—Imaginas muchas cosas, Kook —llevo la taza a mis labios y doy un trago que me quema la lengua, pero que intento no note, aunque parece más enfocado en mi invitación que a lo que pasa dentro de mi boca.

—Jimin, solo piensa —sé que habla en serio cuando se inclina más en su asiento y se recarga en la mesa —; haces que se enamore de ti, te ganas su confianza mientras finges estar atraído por ella, aunque sé que ya lo estás porque, vamos, es una chica hermosa —elevo una ceja y agita su cabeza intentando concentrarse —; el chiste es que cuando estés con ella, nosotros, tu equipo, estaremos planeando una jugada en la que podamos entrar para atraparla y ¡boom! Se acaban los asesinatos.

Me quedo callado mientras pienso. No era de mi agrado jugar con los sentimientos; nunca fue mi fuerte ser un rompe corazones, pero debía admitir que era una idea brillante. Sin embargo no estaba de acuerdo con lo de engañarla.

—Lo pensaré —digo —. No quiero herirla, Kook.

—No lo harás.

Ruedo los ojos.

—Si la logro enamorar sólo para atraparla ¿no crees que va a dolerle? Es una chica, Jeon, con las chicas yo no juego.

—Gánate su confianza.

Asiento.

—Lo haré.

—Sólo recuerda que debemos atraparla, que no debes sentir atracción sino ella, y si es al revés, que tú eres el que se enamora, vas a perder más de lo que ella.

—¿A qué te refieres?

—Min Yoonji es más que sólo una chica linda —dice —, es la reina de la seducción, tentación pura encarnada y, muchos otros dicen, el jodido diablo en la cama.

—No necesito saber si es buena en la cama, Kook.

—Cara linda, cuerpo de diosa, labios besables, piernas torneadas, curvas peligrosas… Min Yoonji es una experta en la seducción.

—No quiero ni imaginar cuantos pensamientos sucios deben de estar pasando por tu mente mientras decías esas cosas —hago una mueca de asco, aunque mi voz se escucha con esa pisca de celos involuntarios.

—¿Qué? ¿Me vas a decir que no has imaginado cómo sería estar en su cama?

—Cállate —siseo.

—Y esas tetas —eleva sus manos con tanto descaro como si estuviera apretando los senos de Yoonji mientras muerde sus labios — ¡Uff!

—¡Dije que basta! —grito, estoy tan agitado que mi respiración apenas es buena, ni siquiera me había dado cuenta de que mis manos estaban empuñadas. Quiero golpearlo, pero no lo hago, en cambio, me levanto y salgo de ahí, con su mirada siguiéndome hasta que me alejo de ahí.

No quería volver a la oficina, así que tomó dirección al centro del lugar para despejar mi mente. Me detengo cuando llego al parque y tomo lugar en una banca.

—Idiota —gruño, y por alguna extraña razón me sentía tan enojado que no creía poder verlo sin querer estrellar mi puño en su nariz. No sabía por qué me había puesto así por un simple comentario sexual de ese chico contra Yoonji si ni siquiera tenía el derecho de hacerlo, porque ella y yo no compartíamos vínculo alguno, sin embargo me obligo a creer que es porque era mujer y, aunque le costara a JungKook creerlo, esa chica merecía respeto sin importar que fuese asesina.

Aunque esa chica debía estar tras las rejas desde hace mucho porque había robado mi corazón desde que la vi por primera vez.

Aunque esa chica debía estar tras las rejas desde hace mucho porque había robado mi corazón desde que la vi por primera vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
RED ℒ𝒾𝓅𝓈💋 [YOONJI-JIMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora