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Estaba nervioso y me sentía tonto al estar sentado, solo, en un restaurante tan elegante y únicamente tomando agua porque mi compañía aún no llegaba. No dejaba de pensar en el por qué no había querido que fuera por ella para llegar juntos.

Doy un vistazo nuevamente a la entrada, y entonces la veo, tan hermosa y perfecta, con un vestido blanco entallado y unos tacones que hacían a sus piernas lucir más largas y esbeltas.

Pasea sus ojos por el lugar hasta que da conmigo, y sonríe, joder, díganme presumido pero me gustaba ser yo quien provocara esa hermosa sonrisa.

-¿Llevas esperando mucho? -dice, me levanto para ofrecerle el lugar frente a mi, y me roba un beso antes de sentarse.

-N-No en realidad -miento, había llegado media hora antes al lugar por los nervios de tomarlo a la ligera y dejarla plantada -. Te ves hermosa -tomo asiento frente a ella.

-¿Crees que soy hermosa? -ladea su cabeza un poco y sonríe con picardía.

-No, no eres hermosa -atraigo su atención -, eres la mujer más hermosa que he visto en mi puta vida -le doy una sonrisa y muerde su labio, aquellos labios que me tentaban para perder los estribos y follarla sobre la mesa.

-Eres un tonto.

-Creí que te gustaba.

-Me gustas, y mucho, pero eres un tonto.

-¿Es un cumplido?

Ríe y niega.

-Hay que cenar.

Llamo al mesero y ordenamos; me sorprende notar que es la primer chica que no pide una ensalada y agua, se decide por una lasaña de carnes y queso y vino tinto, yo la acompaño con pasta de tres quesos y carne a la parrilla, con champaña.

Cuando la comida llega ambos degustamos en silencio y sacando temas triviales, cuando acabamos pago la cuenta y salimos. Llegamos a mi auto, mi intención era llevarla a casa antes de media noche, temía estar siendo aburrido con ella, así que intento sacar algún tema de conversación, y cuando suspira la miro, se veía tan linda.

-Basta de mirarme -dice. Sonrío mientras me recargo en el capo y tomo su cintura para acercarla a mi y que quede entre mis piernas.

-Perdón pero es imposible no hacerlo; mírate, pareces una diosa -acaricio su mejilla y me mira.

-Mejor hablame de ti, Jimin -pasa sus manos por cuello -. ¿Cómo te hiciste agente tan rápido? Por lo regular tardan varios años en llegar al puesto que tienes.

-Digamos que soy bueno con lo que hago -le guiño -. Mi trabajo es bueno desde que era policía, y cuando resolví mi primer caso con habilidad varios me abrieron las puertas.

-Un momento -me interrumpe -. El caso de Drink company ¿Tú eras ese chico?

-En efecto.

-Vi todo el caso en Internet y televisión -parece asombrada, casi como una joven conociendo a su banda favorita -, y, Dios, cuando te vi en la foto me pareciste muy sexy. ¿Cómo no te reconocí antes?

-Cambié.

-De echo -sonríe -. Tenías más mejillas, eras casi un bebé.

-Tenía veintidós años.

-Eras un puberto y ya habías resuelto un caso, eso deja en ridículo a todos los expertos que se relacionaron el Drink company para resolverlo y no lo lograron -no podía evitar mirarla con una sonrisa, esa chica frente a mi no era la misma vengativa que todos mencionaban en la oficina, era más bien una niña que se escondía en el cuerpo de una mujer, una niña qu tuvo que madurar de un día para otro por la muerte de su hermano mayor, una niña que aún no disfrutaba la vida.

RED ℒ𝒾𝓅𝓈💋 [YOONJI-JIMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora