RED ℒ𝒾𝓅𝓈💋 [YOONJI-JIMIN]

10💋

Llevábamos más de una hora sin hablar, después de la discusión y la risa nerviosa de HyunJin por el malentendido decidió dejarnos solos, pero desde que no estaba ninguno de los dos había mencionado una palabra.

Podía sentir sus ojos encima de mí, pero no quería ser yo quien comenzara a hablar puesto que ella era quien había comenzado con todo el problema, no me tenía contento saber que ella me creía capaz de engañarla aún sabiendo que era mi primer novia y que tuve que debatir más de un mes acerca de mis sentimientos hacia ella y decidir si valdría la pena mantener una relación con ella a pesar de los problemas que eso me podría causar.

Ambos estabamos en la sala, ella viendo el televisor en el sofá más grande y yo pasando por todas mis redes sociales en mi celular en el sofá individual.

—Perdón —la escucho hablar, pero no aparto los ojos de mi móvil, sigo moviendo la página con lo pulgar, sin embargo la escucho con atención —. Jimin... —me llama, pero la ignoro. La noto levantarse y acercarse a mi, después se sienta en el suelo y recarga sus codos en mis rodillas —. Sé que fue una idiotez, perdóname ¿Sí?

Vuelvo mis ojos a ella con aburrimiento, no estaba tan molesto como antes, pero aunque sonara idiota me gustaba la sensación de atención o ruego. La mayoría de las veces era al revés.

—Desconfiaste de mi, Yoon —digo, ella sabía que le decía así sólo cuando me había enojado. Su mirada baja a mis labios y la veo suspirar antes de hacer un puchero e inclinarse un poco hacia arriba.

—Ya te pedí perdón ¿Qué quieres que haga?

—No molestar por ahora —le doy una sonrisa tensa —, quiero dormir —me acomodo en el sofá de modo que mis piernas queden separadas y cruzo los brazos sobre mi torso mientras cierro los ojos. La escucho moverse, y después siento que desabrocha mi pantalón, abro los ojos al instante y la veo con el cabello en una coleta, mientras libera mi miembro y comienza a bombearlo —¿Qué haces? 

—Calla —no me mira, está atenta a su acción. Se acerca a mi y lo mete un poco a su boca, lo suficiente como para que se tense y se ponga duro, sonríe ante su cometido y se aleja. Mientras sigue bombeando con una mano con la otra acaricia mis bolas.

Pasan varios segundos antes de que abra su boca y lo introduzca en su mayoría, haciendo que un gemido escape de mi garganta cuando siento la calidez de su interior.

Comienza con un vaivén lento y me contengo de tocarla clavando mis dedos en el sofá mientras la observo comerme. Después lo hace más rápido y me muevo en mi lugar intentando no soltar ruidos de placer, me conformo con suspirar, y después coloco ambas manos en su cabeza para ir más profundo y rápido, los sonidos sucios provenientes de su garganta me hacían querer hacerlo más rápido, así que empujo mis caderas contra ella también, entonces tiro mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos mientras suelto el gemido que me avisa que estoy a punto de venirme.

Era la primera vez que hacíamos esto, y se sentía increíble, sin embargo no estaba seguro de que a ella le gustase que mi semen terminara en su boca, así que segundos antes decido alejarla. Me sorprende ver que se resiste y comienza a hacerlo más rápido, mi mente estaba confusa, entre el placer y la necesidad de liberarme no podía pensar claro, el cosquilleo estaba cada vez más presente y fuerte.

Los jadeos provenientes de mi boca eran tan altos que seguro los vecinos podían escucharlos, pero estaba tan caliente y perdido en el placer que Yoonji me daba con su boca que no podía importarme menos.

—Yoonji —siseo mirando su acción y bastan unos segundos más para que mi esencia salga disparada hacia su garganta. Mi corazón estaba tan acelerado que lo sentía en mis oídos, y sentía una fina capa de sudor en mi frente.

Estaba respirando fuerte por mi nariz mientras la veía limpiar su boca y sonreír. Era lo más erótico que jamás había vivido.

—¿Me perdonas? —era increíble lo inocente que se veía a pesar de que hace no más de un minuto me tenía en el paraíso con su boca.

—No vas a chuparmela cada que me hagas enojar —abrocha mis pantalones y ríe.

—No —dice y se levanta pata colocarse a horcajadas sobre mi—. Pero puedo hacértelo como te gusta —sus brazos se colocan sobre mis hombros y sonrío.

—Eres cruel.

—Te amo, Jimin —también era la primera vez que escuchaba eso. Me quedo plasmado unos segundos antes de que me anime a contestarle pensando qué era lo que en realidad sentía ¿Cómo sabría si era amor lo que sentía por ella si era la primera vez que me sentía así con alguien?

—También te amo, Yoonji —es lo que contesto finalmente, y mi corazón da un vuelco en mi pecho cuando la noto sonreír y mostrar un destello en sus ojos. Se acerca y me besa. Bastan unos segundos para que nuestras lenguas se encuentren y se enreden un poco mientras recorro mis manos por su espalda hasta llegar a su trasero y frotarla contra mi. Siento sus manos acariciar mi nuca con delicadeza, pasando sus uñas por mi cuero cabelludo con sutileza y dejando una sensación de cosquilleo que me vuelve loco. Tira de mi cabello un poco y hace mi cabeza hacia atrás para dirigir sus labios a mi cuello; siento su lengua pasar por un nervio, cerca de mi vena aorta, y clavo mis dedos en su culo absorbiendo la sensación que me pone la piel de gallina y recorre mi columna hasta llegar a mi espalda baja e instalarse en mis bolas, sensación que hace a mi pene latir de placer. La noto moverse más allá de mi camisa, cerca de mi hombro, y una extraña sensación, entre dolor y gusto, me da a conocer que me ha hecho un chupetón.

Se aleja después de unos segundos y deja un efímero beso en mis labios.

—Jin dijo que me dirías algo —sus palabras me golpean duro en el estómago dejando una sensación de nerviosismo —. ¿Qué es?

—Hablaremos de eso mañana ¿Sí? Quiero disfrutar de tu compañía.

—Cómo quieras —se levanta y me ofrece la mano, la cuel tomo, tira de mi y se adhiere a mi torso —¿Qué quieres hacer? —me mira desde abajo y no puedo evitar sonreír, era tan linda que parecía una fantasía. Y me miraba de una manera en la que nunca nadie lo había echo, y eso me mataba, me hacía sentir mal el saber que en algún esa tierna mirada se convertiría en una mirada fría.

Estaba atrasando las cosas, estaba omitiendo algo que tarde o temprano tendría que decir, y me engañaba convenciontome de que solo estaba reuniendo las agallas para decirle todo pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo decirle si esto la iba a alejar de mi quisiera o no? Anteriormente se había ido solo por dos meses, solo 60 días, y la había extrañado mil infiernos, si ese poco tiempo se convertía en un para siempre ¿Qué sería de mi?.

Cada vez me convencía más de que esa confesión debí haberla dicho desde hace tiempo.