Por la mañana cuando despierto lo primero que hago es ir al baño, tomar una ducha y después preparar algo de desayunar. Enciendo el televisor y dejo el canal de las noticias mientras dejo que las tiras de tocino se doren y mi huevo se cocine, y preparo la cafetera.
Había decidido no ir a trabajar, la oficina estaba tranquila, así que supuse que no necesitaban de mi por el momento. Además no había tenido vacaciones ni días libres desde que había llegado a Seúl, lo merecía después de arduos días de trabajo, aunque algunos de esos días los hubiese utilizado para atrapar a una chica de la cual terminé enamorado.
Cuando mi desayuno está listo lo coloco en un plato y me sirvo café en mi taza favorita, después me siento a la mesa. Entonces cuando voy a dar el primer bocado el timbre suena.
—¿En serio? —me levanto murmurando varias maldiciones y cuando abro la puerta decidido a gritar algunas cosas a la persona que me interrumpió me quedo estático.
¿Era una ilusión?
Claro que no.
Frente a mí estaba la chica seductora de labios rojos y mirada arrebatadora que se había robado mi corazón, con una sonrisa y las puntas de su cabello plateadas.
—Hola —murmura, sus mejillas se tornan con un tono carmesí mientras me regala una mirada tímida ¿ésta era mi Yoonji?
—Joder —susurro antes de tomar sus hombros y atraerla hacia mi cuerpo para abrazarla. ¿Desde hace cuánto no me sentía así de feliz?
—Te extrañé, Jimin —sus brazos se colocan a mi alrededor y dan una leve presión que se siente muy bien. Noto que quiere separarse, pero no la dejo, no estaba listo para soltarla aún, quería tenerla así por siempre.
—No quiero que vuelvas a irte —pido, y me separo de ella —. Nunca ¿de acuerdo?
Suelta una risita baja y acomoda su fleco.
—De acuerdo.
La dejo pasar, pero no dejo de observarla ni un segundo, se veía tan hermosa que me era imposible apartar la mirada de ella y de, lo admito, su precioso trasero.
—¿Por qué no me llamaste en todo este tiempo? —pregunto a la defensiva, aunque no quiero parecer un obsesionado. Ella sonríe y niega.
—Hablarte hubiese sido una tortura para ambos.
—Lo fue aún así.
—Quería arreglar todo —dice —. Y lo hice —toma mi mano, emocionada —. Jimin, estoy libre de cargos.
—¿Qué? —no puedo evitar estar asombrado y confundido —. ¿Cómo?
—No fue fácil, pero con ayuda de Jin y varios abogados logramos convencer a varios jueces de que mis acciones lejos de perjudicar, ayudaron a los demás, pues los tipos que asesiné eran narcotraficantes —suspira —; pagué una condena de servicio comunitario, pinté muros y recogí basura por más de un mes.
—Sigo sin entender por qué no llamaste.
—Jimin, estaba segura de que si te llamaba, después querría hacerlo diario, y no podía comunicarme contigo todos los días.
—Te extrañé mucho.
—Y yo a ti, amor —sonríe —. Ahora quiero tomar una ducha —se levanta decidida mientras asiento varias veces, después recuerdo a mi visita y me levanto justo cuando está a punto de tomar la perilla de nuestra recamara.
—¡Espera! —me interpongo entre ella y la puerta —. No puedes entrar.
—¿Por qué no? —frunce el ceño.
—Es... Hay... No sé cómo decirlo, es... Está ocupado —su rostro se transforma, de confusión a molestia, en segundos.
—¿Ocupado por quien? —conocía ese tono, estaba molesta.
—Una visita —respondo, porque era verdad, no estaba ocultando nada, pero si la dejaba entrar podía encontrarse a un chico semi o desnudo, o cualquier otra cosa, y no quería que eso pasara.
—Quítate, Jimin —ordena —. Si es una visita puedo pasar.
—Yoonji...
—¡Dije que te apartes, carajo! —intenta empujarme pero solo consigue moverme un poco —. ¡Jimin, muévete! —parecía un berrinche, pero no estaba dispuesto a complacerla.
—Dije que está ocupado —digo, no levanto la voz, es más como un tono bajo pero firme, comenzaba a molestarme, no me gustaba que gritara, y mucho menos que se dirigiera así contra mi. Se ve molesta, pero estaba logrando molestarme a mi también.
Muerde el interior de su mejilla y cruza los brazos, el juego de miradas asesinas comienza, pero estoy listo para empatar; no aparto mis ojos de los suyos, no hasta que ella lo hace, pero solo para alejarse.
—¿A dónde vas? —pregunto cuando la veo tomar su bolso de mano y dirigirse a la puerta.
—Qué te importa —es lo que dice antes de salir dando un portazo.
—Genial, Jimin —me regaño antes de salir detrás de ella, sin embargo cuando salgo al pasillo no la veo, después escucho la puerta cerrarse detrás de mi y sé que ha entrado cuando estaba distraído. Entro lo más rápido que puedo, pero cuando llego ella ya está en la habitación.
Mis ojos encuentran los suyos, y una punzada de miedo ataca mi estómago al verla aguantar las lágrimas. Mi vista se vuelca a la cama donde las sábanas revueltas dejaban a la vista una larga cabellera rubia-acaramelada.
—Oye... —intento hablar, pero levanta una mano interrumpiendome.
—¿Por eso no querías que entrara a la habitación? —susurra —¿Porque tenías a una puta metida en tu cama? —habla entre dientes, su voz sonaba muy dolida, ¿qué estaba pasando?
—Yoonji, no es lo que crees... —intento defenderme, pero ella no me deja:
—¿¡Me vas a decir que esta zorra es una alucinación!? —reclama.
—No estás escuchando...
—¡No necesito escuchar nada! —explota —¡Eres un jodido idiota! —me apunta con un dedo e intento tomar su mano, pero la aparta de un tirón.
—Amor... —me quejo.
—No me digas así —sisea —. Eres... Eres... —piensa varios segundos —Ni siquiera sé cómo llamarte... Yo... Yo me fui dos meses y... —sus cejas se curvan hacia arriba a señal de tristeza —¿y ya tienes un repuesto?
—¡Por Dios, Yoonji, escuchate! —ataco —¡Estás exagerando las malditas cosas! —apunto con la mano hacia la cama.
—¡NO ESTOY EXAGERANDO NADA! —grita, y aprieto los dientes mirando el suelo.
—¿Qué sucede? —una voz adormilada se hace presente y la atención de vuelca en él. Por un momento quise reír, que Yoonji creyera que HyunJin era una chica era gracioso, sin embargo me había enojado de verdad por su desconfianza ¿acaso me creía capaz de dejarla por una aventura?
—¿Qué...? —parece confundida.
—HyunJin, ella es Yoonji—comienzo —mi novia... —miro a la pelinegra, parecía avergonzada —. Yoonji, él es HyunJin, un amigo de la academia.
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