Capítulo 9

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Nader

Tal vez sea estúpido al dejar que esa mujer me hable de forma tan altanera, pero es su determinación y valentía lo que me incita a provocarla. Ella es diferente a las mujeres que he conocido y vaya que he tenido a una gran cantidad en mi cama en dónde todas ellas eran iguales; solo buscaban una cosa y eso era dinero y riqueza.

Con tan solo una mirada y unas cuantas palabras bonitas podía tener a cualquier mujer, ellas gozaban de mi lujos y mi compañía, pero cuando consideraba que ya no eran suficientes simplemente las olvidaba. No me interesaba mantener a alguien de mi lado de una manera que no fuera solo para sexo.

Sin embargo, Athena parecía inmune a mis encantos y eso lo hacía cada vez más excitante. Estoy consciente de que ella solo está aquí como mi as bajo la manga, pero hay algo más en ella que me obsesiona. Esa es la palabra.

Obsesión.

Una obsesión que comenzó hace diez años cuando se atrevió a enfrentarme por primera vez. Pude ver su altanería y determinación en sus hermosos ojos cafés, ella sabía quién era y aun así se atrevió a enfrentarme a pesar de que sabía que iba a morir. Sin embargo, no pude dispararle ¿la razón? La razón fue porque quería conocer hasta donde era capaz de llegar su fortaleza.

Dicen que hasta el espíritu más fuerte se puede corromper y yo quería conocer hasta donde era capaz de llegar Athena Brookes.

[...]

Revisé mi reloj por tercera vez. Era cerca del medio día y seguía esperando a Athena quien después del incidente de esta mañana había permanecido en su habitación y ahora llevaba más de dos horas esperando por ella. Esa fue su manera de vengarse, sabía que odiaba que me hicieran esperar.

—¿Dónde está? — pregunto a Kaim quien solo negó, él había permanecido esperando a mi lado así que era imposible que supiera —¡ve a buscarla! —pero cuando Kaim se dirige al interior de la casa lo detuve —olvídalo iré yo.

Enciendo mi iPhone y comencé a revisar el registro de llamadas que tenía enlazado con el móvil de Athena, no había nuevas llamadas a excepción de la de esta mañana. Admito que estuve escuchando cada palabra de su cursi conversación con aquél policía, ahora entendí su relación con él; Athena salía con un simple agente del FBI, creí que tendría mejores gustos en cuanto a hombres, pero veo que me equivoqué. Esa fue la razón principal por la que le dije lo que le dije durante esta mañana.

—¿Sabes que cada segundo que perdemos Cedric nos toma ventaja? —Fueron mis palabras cuando ingresé a su habitación, pero me detuve cuando la vi. Ella vestía una falda de tubo color gris y una blusa color perla.

Ella lucía peligrosa y sexy. Me alegraba que haya accedido a vestir la ropa que le sugerí; sin embargo, debo admitir que su gusto en el sentido de la moda no era para nada bueno.

—Lo sé —responde tajante —vamos —ella pasa a mi lado con la intención de salir, pero la tomo del codo impidiendo que eso sucediera —¿qué crees que haces?

—A pesar de que accediste a usar la ropa que te proporcioné —ella rueda los ojos con fastidio —el lugar al que vamos requiere otro tipo de vestuario.

—Voy a resolver un caso no a una fiesta —esta mujer lograba sacarme de quicio porque en verdad quería volverme loco cada vez que se empeñaba en contradecir cada palabra que salía de mi boca.

—Pues es a una fiesta precisamente a donde nos dirigimos, así que, no puedo levantar sospechas al ser visto con una policía —así que sin esperar ningún tipo de opinión abrí el armario —esto es precisamente lo que usarás —los ojos de Athena se abrieron de par en par.

Juego de la mafia © [J.D.L.M #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora