[ACTUALIZANDO]
¿Qué pasaría si un día te dieras cuenta de que toda tu vida ha sido una mentira? Y... ¿Qué pasaría si te obsesionaras con saber la verdad, y no pararas hasta conseguirlo? pero... ¿Qué pasaría si cuando supieras toda la verdad, hubier...
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—¿Te has quedado muda? —preguntó Nick chasqueando los dedos frente a mí haciendo que saliera del trance y parpadeara varias veces.
—La verdadera pregunta aquí es, ¿Me estás espiando?¿Otra vez? ¿Qué clase de acosador eres? —logré decir al fin.
—Ayer desapareciste pronto de la fiesta y me resultó extraño...—comenzó a explicar mientras yo hacía amago para que siguiera —te seguí y descubrí lo que estabas planeando.—terminó rascando su nuca nervioso.
—Confirmo que eres un acosador —dije manteniendo mi voz firme y una cara de asombro.— Pues ahora si eres tan amable, tengo cosas que hacer, te agradecería que te fuera a tu camita sin decir nada y esto nunca ha pasado. —hablé dulcemente dando toquecitos en su espalda mientras lo empujaba hacia la puerta del internado.
Se frenó en seco provocando que no pudiera moverlo, y a continuación se giró quedando a escasos centímetros.
—Voy contigo. —añadió obteniendo una carcajada por mi parte que terminé rápido al darme cuenta de lo escandalosa que había sido.
—Ni hablar. —dije negando con mi cabeza.
—Soy el sobrino de la directora, si te pillan conmigo no tendrás problemas. —argumentó haciendo que me pensara su propuesta.
—No es asunto tuyo. —dije finalmente volviendo a negar.
—Te puedo servir de ayuda, déjame ir contigo por favor. —suplicó juntando sus manos.
—ESTÚPIDO, EL CAMIÓN SE HA IDO POR TU CULPA. —grité señalando el lugar donde debía estar el camión.
—¿Pensabas ir en el camión de la basura? —me miró extrañado y haciendo una mueca de asco.
—¿Cómo pretendes salir de un internado que está en el culo del mundo? —pregunté obvia alzando mis manos al aire.
Me agarró de la muñeca y después de varias quejas por mi parte llegamos hacia un garaje que desconocía, donde había varios vehículos.
—¿Pretendes conducir un coche? Ni hablar no quiero acabar con mi vida tan rápido, me quedan muchas cosas por hacer. —me negué rotundamente mientras él se adentraba en el garaje.
—Sube. —señaló una moto que se encontraba en una esquina del espacioso lugar.
—JA —comenté irónica.— Ni hablar.
—Sube. —repitió señalandola mientras yo seguía negando con mi cabeza.
Finalmente acabé subiendo, porque era la única opción y porque ya llevábamos una hora de retraso.
El viaje fue corto, un poco incómodo por el hecho de estar subida con Nick, en una moto, y agarrada a su estructurado cuerpo.
Llegamos al lugar donde indicaba el GPS después de haber metidos las coordenadas que me dió JB. Había una fila de casas de colores antiguas por donde el sol empezaba a salir.
