"¿Cómo te fue Valen?" cuestionó Maia.
"Tengo una amiga nueva. Se llama Ariel y le gusta Ben 10." explicó el pequeño con la boca llena de cereales.
"¡Me alegro! ¿Ariel como la sirenita?"
"No le gusta las princesas, pero le gusta el monito Jorge. Yo ya la invité a casa para que merendemos juntos."
"Bueno si los papás la dejan, no veo por qué no." el pequeño sonrió y siguió desayunando. "Vamos que vas a llegar tarde." terminó de comer y ambos se fueron agarrados de la mano a la escuela, la cual quedaba bastante cerca.
"Ahí esta Ariel." señaló con su dedito la entrada del salón.
"Bueno, portate bien." dejó un beso en su cabeza y esperó a que su hijo entrara.
Valentín entró al salón y se fue directo hacia donde se encontraba su nueva amiga.
"Hola." saludó contento.
"Hola." le devolvió el saludo.
"¿Sabés? ayer pensé un saludo nuevo que podemos usar."
"¿Cómo es?" preguntó interesada.
"Se llama el besito de mariposa." dijo. Ariel se alejó enseguida al ver cómo su amigo se acercaba mucho a ella.
"Somos muy chiquitos todavía para hacer esas cosas." avisó acomodando su pelo con las mejillas sonrojadas.
"¿Qué cosas? no tenés que ser grande para el beso de mariposa." le explicó confundido.
"Está bien" aceptó dejando que se acercara a su rostro.
Valentín acercó su ojo a la mejilla de ella y empezó a pestañear varias veces rozando sus pestañas a la mejilla de Ariel.
Su amiga, inquieta por las cosquillas producidas por laa pestañas de su amigo, comenzó a reír sin parar."Mis pestañas son el alita de la mariposa." explicó volviendo a su lugar.
"¡Me encantó! yo también quiero probar." se acercó y empezó a pestañear sobre la mejilla de él.
"¿¡Qué están haciendo en el fondo!?" los dos niños se separaron rápidamente al escuchar el grito de su maestra.
"Estábamos haciendo el beso de mariposa mae." contestó Valentín sonrojado como su amiga. Le daba vergüenza que le gritaran frente a tantos compañeros.
Su maestra entrecerró sus ojos y siguió entregando las hojas desconfiada.
"No hagan nada raro que ustedes son muy chicos." los retó.
El resto de la clase transcurrió normal. La maestra Silvia les leyó un cuento. Pintaron mucho y hablaron sobre el cambio de estación que el país estaba transitando en aquel momento.
La hora de la merienda llegó y todos los nenes salieron al patio con su lunchera en mano.
Ariel revisó su mochila y abrió su tupper. Bajó su vista triste al abrirlo y verlo vacío.
Salió hacia el patio abrazando su lunchera. Trató de buscar a Valentín con su mirada, pero no lo encontró.
Se sentó en unos bancos que habían y empezó a jugar con los palitos que habían en el piso.
"Hola Ari." levantó su vista y sonrió.
"Hola."
"¿Qué trajiste de merendar?" preguntó sentándose al lado de ella con la boca llena de medialunas.
"Mi mamá se olvidó de llenarme la lunchera" le explicó mostrándole su mochilita vacía.
"¿No trajiste nada?" Ariel negó.