capítulo díez.

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«la siente, la escucha, la espera y sueña»

"otra nube" señaló

"son muchas" asintió de acuerdo

"¿te enseño una canción?" preguntó emocionada

"si dale" era su turno, Valentín le había enseñado muchas y ella ninguna

"bien, esta es mi mano" la apoyó en el abdomen del niño que estaba tirado en el piso "es una arañita" empezó a mover sus dedos ocasionando leves cosquillas en él

"me haces cosquillas" murmuró retorciendose

"cuidado con la arañita de martita" el niño la miró confuso

"¿martita?" repitió

"la arañita de martita, mira como muerde, mira como pica la arañita de martita" empezó a moverlos mas rápido por todo el cuerpo de su amigo

"¡basta Ariel! me haces cosquillas" gritó entre carcajadas

"mira como muerde, mira como pica la arañita de martita" repitió riéndose al ver como su amigo se retorcía por el piso

"¡sacame a martita!"

"Valentín"

"a martita" abrió sus ojos y frunció el ceño

"¿martita?" negó hacia su hermano

"no nada, estaba soñando" se refregó la cara estresado, todo se estaba volviendo cada vez más difícil y los sueños no ayudaban en nada

"soñabas con Ariel, la nombraste"

"¿la nombre?" preguntó señalándose

"hablas dormido, por poco no me relatabas el sueño" Manuel se levantó de la silla y se sentó en la cama

"¿por donde más puedo buscar?" preguntó en un murmullo

"la verdad no sé, perdón por no acordarme de su cara, capaz que era la piba que me cruce y yo re boludo no me acordé"

lo bueno de hablar con su hermano era que él no lo juzgaba, no era como Tadeo o Maia que pensaban que él estaba obsesionado con Ariel

"no te preocupes, no es tu culpa, en parte si porque sos medio boludo pero tarde o temprano tengo que cruzarme con ella" intentaba transmitirle seguridad a su hermano, intentaba porque en realidad se estaba autoconvenciendo de que si iba a pasar, él no estaba seguro de que se iban a volver a ver

"va a pasar, hay que tener paciencia, ¿no estas llegando tarde al hogar?" miró el reloj y abrió los ojos

"mierda si" la pequeña siesta se había convertido en un largo descanso

tomó sus cosas y rápido salió hasta el hogar, pocos minutos faltaban para que su horario comenzara, varios objetivos tenía en la cabeza; preguntarle a la chica su nombre y después claramente trabajos para el taller

"perdoná por llegar tarde, me re dormí" se disculpó apenas abrieron la puerta

"buenas, no te preocupes" sonrió levemente al ver esos ojos grises

"¿todo bien?" la chica asintió dándole paso

"todo tranquilo. Hoy hay menos niños porque la mitad de fueron a la plaza para hacer gimnasia ahí" informó dirigiéndose al salón

"perfecto" apoyó el cuaderno sobre el escritorio y observó el panorama

"están un poco exaltados, les gustó mucho la percusión" explicó al verle su cara

pulguitas ; wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora