volá alto, tanto como un pajaro, pero no menos que él, mandame mensajes lindos a través de mariposas coloridas, hacé que se posen en mi mano, hacé que estén conmigo. Murmurá por medio del viento que yo siempre te voy a escuchar, voy a reír por vos, a llorar, a gritar, a jugar, a vivir, como siempre quisiste...
"si venis conmigo te compro un helado"
"¿de qué me viste cara? no voy a ir Valentín, no tengo ganas" le contestó volviendo a acostarse en la cama
"¿hace cuanto que no vas a la playa?" Valentín se cruzó de brazos y recostó su cuerpo contra la puerta de la habitación
Ariel rodó los ojos y levantó sus hombros
"¿un año? ¿año y medio?" dudó
"un montón, dale Ari, un ratito con mis amigos, vamos, tomamos sol y si pinta nos tiramos al agua"
"¿tengo que llevar malla?"
"te diría que si, el agua salada te va a hacer bien" aseguró levemente emocionado
sabía que Ariel estaba a un paso de decirle que si
"bueno... ¿podes dejarme un ratito mientras me cambio?"
Valentín asintió y se retiró dejándola sola
si bien él ya había visto el cuerpo de Ariel decenas de veces, cuando le dieron el alta comenzó a privarlo de eso
se cambiaba solamente cuando estaba sola, se acostaba con ropa y cuando ambos tenían relaciones ella trataba de taparse con la sábana
las inseguridades habían vuelto, o capaz que nunca se fueron y solamente se reforzaron pero, cada vez que se miraba en el espejo y veía esa cicatriz, la cual ya estaba completamente sana, era inevitable pensar que se veia horrible
Valentín siempre estaba ahí para decirle lo hermosa y perfecta que era, pero hasta eso resultaba insuficiente para que su autoestima subiera
buscó entre su ropa alguna malla que pudiese ocupar, que no fuese de dos partes, a causa de haber bajado tanto de peso, las marcas que quedaron en su vientre y costados de su torso eran muy visibles, como también horribles para ella
encontró una entera y no dudó en escogerla, no le gustó cuando se la vio puesta, pero era lo único que tenía
"si hay mucho sol, me voy a la mierda" avisó apenas salió de la habitación
"ya te dije que el día está hermoso, creeme"
al llegar a la playa y sentir ese roce entre su piel y la fina arena, cerró sus ojos encantada, hace tanto que no experimentaba esa sensación, algo tan placentero y único, no quemaba, ni picaba, ideal
Valentín la miraba embobado, su corto pelo se despeinaba a causa del viento, le gustaba tanto verla así, al tenerlo corto no estorbaba, no tapaba su cara ni se quedaba todo enredado
además de que le quedaba increíblemente bien
"vení, te voy a poner protector"
era de suma importancia para su piel ponerse protector solar, si bien el sol no estaba en su máxima altura, podía dañarla de todas formas
Valentín le sacó con cuidado los lentes que tenía, que por cierto eran de él y apartó algún que otro pelo rebelde que caía por su frente
"un besito" señaló sus labios segundos antes de que él le pusiera el protector
"besito" repitió burlándose para después dárselo