Ethernia

PRÓLOGO

 Saskia descendió la mirada hasta las piernas del príncipe, que eran grandes y musculosas, tan acostumbradas al ejercicio que evidenciaban su victoria en la batalla del día. No solo estaba ante el príncipe heredero, sino ante un glorioso guerrero fraguado en cruentas batallas. 

Ahora que observaba su cuerpo entero, podía ver que aún tenía manchas negras y rojas del polvo y la sangre, además de que estaba completamente sudado y cargaba el ambiente de la habitación con un olor fuerte y masculino. También tenía algunas heridas en la cintura y los brazos, que Saskia rozó con sus suaves dedos. Ya estaban cicatrizando y él no le mostraba atención, tenía los ojos clavados en los senos de la chica y en sus caderas. La miraba con un deseo potente, pero era lo suficiente resistente como para no romper el acuerdo. Ella comenzó quitándose el vestido de seda sin dificultad y su cuerpo quedó desnudo bajo la atenta mirada de Adrian. Su miembro parecía endurecerse por momentos; si no era calmado la pasión se multiplicaría aún más. La chica optó por gatear hasta colocar su entrepierna sobre la del príncipe, sin tocarlo. Este aposó sus grandes manos en cintura de la chica mientras esta besaba la salada boca del príncipe. Comenzó doblando sus rodillas lentamente y pasó de volar a sentir la punta de Adrian en su piel. Se detuvo a acariciar el vello de los brazos del príncipe, los cuales estaban aún húmedos por el sudor.

    Ella estaba limpia, aseada y pura para el acto, mientras que él podía permitirse jugar al rol de guerrero que recibe su ansiada recompensa.

                                                                     ֎