Parte IV.

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Esto sonaba tan loco, como sacado de una película de acción de Jackie Chan.
Suspiro separándome al completo del contacto de Chanyeol para con mis brazos rodear a Jongdae en un abrazo apretado.

—¿No puedo conseguir un trabajo normal? Quiero ser normal.

Muerdo mi labio inferior recostando mi cabeza sobre la de mi amigo. Cerrando los ojos con fuerza.

—Puedes, pero un día te vendrán a buscar. No tendrás opción pero te ayudaré -. Se separa de mi, para enfrentar mi mirada.— Yo te daré clases, ¿bien? Te enseñaré todo lo que aprendí. Estarás bien, lo prometo, ¿sí?

Asiento aunque sé que no me podrá proteger de todo. En algún momento él no estará a mi lado y en ese instante seré yo y la suerte contra gente totalmente entrenada. Muy justa la vida.

—¿Qué pasará con mi bebé? ¿A dónde se la llevó Baek...Hyuk?

Lo veo rodar los ojos antes de que me golpee de forma juguetona en la cabeza.
Sabía que me había equivocado, pero no podría evitarlo, recién conocía hoy al chico.

—Es Baekhyun, ñoño, y la está alimentando en la cocina mientras estas aquí. Y en segunda, no sé si te dijo Yeol pero conseguí con esta hermosa carita mía que te hicieran un descuento en el jardín. Cómo estarás ocupado entrenando, ella estará cuidada en el jardín en que Yeol y mi monito trabajan -. No pude evitar hacer una mueca de asco al escuchar el apodo "afectivo".—Más aparte los Park viven en el apartamento de al lado. Si hay alguna misión en la noche, la cuidarán. Será como si tuviera tres papás y una mamá. Y por si tu cerebro no lo capa, tú eres la mamá.

Sin poder evitarlo le pego en el medio de la frente. Que molesto amigo tengo.

—Ya quisieras, mamá -. Al escuchar mis palabras se forma una mueca ofendida en su rostro, pero antes de que pudiera responder Baekhyun con un grito lo llamó dese algún lugar del apartamento.
Jongdae suspira mientras se levanta, marchándose no sin antes empujar mi cabeza con su mano, a la vez que intento apartarla, creando una escena totalmente infantil y lamentable.

Miro a mi costado entre suspiros notando que Chanyeol se quedó aquí sentado a mi lado.

—Lamento lo de hoy -. Murmuro apenado. —Estaba medio dormido y tenía muchas ganas. Si hubiera estado más consciente no te hubiera empujado.

Observo su rostro luego de unos segundos, encontrándome con una mueca divertida en el.

—¿Cuántos años tienes, Sehun? -. Cuestiona.

—Tengo veinticuatro, ¿y tú?

Lo veo inclinar la cabeza hacía un lado, desviando la mirada por todo mi rostro, o eso es lo que parece. No puedo evitar sonrojarme. Chanyeol es un hombre muy guapo, es de esos que sabes que podría conquistar el mundo solo con una mirada brillante.

—Veintiocho.
Se levanta para marcharse, no sin antes regalarme una pequeña sonrisa.

—Y por cierto, a veces esa mirada de gato en Jongdae da tanto miedo como para hacer lo que él quiere, cuando él quiere. Así que no querrás hacerte encima como mi jefe.

Cuando me encuentro solo llevo una de mis manos a mi pecho, sintiendo como mi corazón golpeara descontrolado una y otra vez mis costillas.
¿Habré visto a una persona tan linda como él?
Hay algo en su aura, en su físico, que solo me hace querer conocerlo o simplemente mirarlo por el resto de mi vida.
Avergonzado, me aclaro la garganta antes de levantarme, siguiendo los pasos del alto, para llegar a la cocina. Allí Baekhyun está jugando con Mina en brazos, llenándola de besos en cuanto quiere.

—¿Quién es la bebé más hermosa? -. Dice con voz aguda pero suave. —Claro que tú, preciosura -. Deja chillones besos por todo su rostro mientras ella ríe porque, tal vez, le hace cosquillas.

Noviembre sin estrellas || Seyeol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora