Parte VII

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El día de hoy me costó horrores abrir mis ojos. Desde hace tres días que comencé mi entrenamiento con Jongdae e Yixing, lo que me deja demasiado cansado, tanto que si no fuera por Chanyeol Mina iría al jardín con zapatos diferentes, y un moño mal hecho.

Me mantengo observando el techo luego de haberme despertado por la alarma. Mantengo mi mirada en aquella mancha en medio de la blancura y sintiendo mi cuerpo más cansado que nunca.
Escucho unos pasos acercándose, luego a la puerta abrirse antes de que frente a mi mirada se encontrara un Chanyeol con una pequeña sonrisa de hoyuelos. ¿Se habrá dado cuenta que me encantan los hoyuelos?

—Se está haciendo tarde y no has ni despertado a la campeona, Sehun -. Me regaña entre suspiros.

En mis labios se forma un infantil puchero, intentando causarle una pizca de ternura.

—Estoy cansado -. Murmuro como si ello fuera una buena excusa para ser un padre irresponsable.

—Sabes perfectamente que no es excusa -. Lo observo cruzarse de brazos. Bajo mi mirada a los mismos quedándome hipnotizado de ellos. La camisa que trae puesta se le pega como una segunda piel a sus brazos y pecho.

—¿Desde cuándo eres musculoso? -. Cuestiono con confianza.
Desde que me envió un mensaje hace tres días no hemos dejado de hablar a través de textos o mismo en persona cuando trae a Mina o cuando Baekhyun lo arrastra hasta aquí.

—No desvíes el tema, Oh Sehun -. Se queja sin responder mi pregunta, rodeando la cama para tomar en brazos a mi pequeña, moviéndola suavemente para despertarla.—Por hoy te puedes quedar sin hacer tus obligaciones, pero no será todos los días.

Camina hacía el armario tomando solo con una mano prendas de ropa de mi hija. Después dirige sus pasos hacía la puerta al mismo tiempo que la pequeña comienza a hablar con el alto, y así como llegó, se fue a lo que creo que será el baño para ducharla.
Me desperezo con total pereza, levantándome entre quejidos de la cama para seguir los pasos de Chanyeol. Llego al baño en pocos segundos, abriendo la puerta sin siquiera tocar. Mi reciente amigo se encuentra arrodillado al lado de la tina, mojando con total cuidado el cabello de la pequeña que se encontraba seco.

—Déjame ayudar.
Me arrodillo a su lado logrando bañarla más rápido que cuando yo lo hago solo cada mañana.
Luego de una hora Mina y Chanyeol ya se habían ido, dejándome a mi solo en el departamento, preparándome para salir.
Jongdae ya me había avisado que hoy me llevarían. Me tranquilizó de que no me harían nada, pero para cuando él no regresó en toda la noche mis nervios, miedo y ansiedad se apoderaron de mi persona.
¿Y si me hacen algo? ¿Y si me hieren?

Muerdo mi labio inferior, tomando las llaves de la casa, mi celular y una botella llena de agua. Revisando que mi atuendo deportivo estuviera más que perfecto, abro la puerta para iniciar mi corrida matutina.
Una vez en la acera comienzo a rotar para entrar en calor. Una cuadra y nada, dos cuadras, tres cuadras y mi ansiedad comenzó a hacer efecto en mi. ¿No era hoy? ¿El amigo le mintió a Jongdae?
Intentando actuar normal y no mirar hacía todas partes para no alertarlos.
Luego de más de siete cuadras decido rendirme, comenzando con mi entrenamiento real, mentalizándome a controlar mi respiración para no cansarme más rápido.
Al llegar a una esquina con semáforo en verde para los vehículos, me detengo aunque sigo corriendo en el lugar para no enfriar mi cuerpo. De repente una camioneta se detiene frente a mí, haciéndome tensar al pensar que ellos serían los hombres de x-night, pero luego de que una chica en uniforme se bajo, la camioneta se puso en marcha sin más.
Exhale el aire que retuve en mis pulmones ante la posibilidad, subiendo mi mirada hacía el cielo. Lo cual fue una pésima idea porque cuando bajo la mirada un hombre más alto que yo está apoyando ante un convertible, caminando hacía mi con los brazos abiertos de par en par.

Noviembre sin estrellas || Seyeol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora