Intento de secuestro

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Pasaron al rededor de diez días de que Fernando se había sentido feo, menos mal que ya se le pasó. Obviamente llamé al Kun puteandolo, yo siempre defiendo a mi macho, la gorda de Karina quizo hacerse la mala, pero la frené.

Me había levantado muy temprano, así que decidí limpiar un poco la casa, puse música no tan fuerte porque Gago estaba durmiendo.

DÓNDE ESTÁN LAS ATREVIDAAAAAAAAAS, MUEVE EL TOTO MUEVE EL TOTO- no sé en que momento empecé a gritar y a perrear, menos mal que Matu estaba en la casa de la madre de Fer.

Seguí cantando y perreando como solamente YO sé hacerlo, hasta que de repente alguien se puso a hacer lo mismo, era Fernando y perreaba hasta abajo. Que gil , la única que puede ser la estrella acá soy yo, yo soy la única diva. Apagué la música y el idiota seguía bailando.

Fernandooo, haber Fernando, calmate- me miró serio- anda a jugar a la pelota, gil. Éste es mi espacio, okey? La única diva acá- troné los dedos-soy yo.

Gago me miraba con los ojos achinados. De pronto sonó el teléfono, atendí y me cortaron. Sentí un escalofríos y comencé a marearme. Al ver esto, Fernando me abrazó y me ayudó a sentarme en el sillón. Tenía cara de preocupado.

Fer estoy bien, estoy un poco mareada, pero estoy bien. Necesito salir a dar una vuelta sola.- él solamente me dijo que sí y yo salí.

Caminando, mirando ropa y comprando; eso estaba haciendo, de repente alguien me agarra del brazo ,me sube a un auto y me hace tirar todas las bolsas con ropa. NOOOO, MI HERMOSA ROPAAAAAA.

El auto arrancó y pude ver a la persona que me estaba secuestrando, era Gisella.

Pelotuda, me hiciste tirar toda la ropa que me había comprado, enferma- la odio.

Na, posta boluda, banca que vuelvo y la agarras- EH? Es estúpida?, bueno mejor para mi.

Volvimos al lugar donde me "Secuestró", me abrió la puerta y me dijo

Baja, agarrá la ropa y subí- dioooos, no puede ser más rubia.

Bajé y obviamente la ropa no estaba, se la habían llevado, miré adentro del auto y Gisella se estaba pintando los labios, así que aproveché y salí corriendo; a todo esto la rubia gritaba, osea en vez de seguirme con el auto se puso a gritar. Me da bronca lo tarada que es, volvería solamente para pegarle.

Volví a casa y vi a Fernando dormido en el sillón, tenía en la mano un dibujo, estaba horrible el dibujo pero no se lo voy a decir. Es tan nene cuando quiere, esa es una de las cosas que más me enamoran.

Me acosté junto a él y rápidamente me quedé dormida.

El chico de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora