Pintar la habitación.

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Luego de esa tarde celebrando, los chicos se fueron de la casa y Mimi junto a Yamato estaban a oscuras en la habitación. Ambos estaban besándose apasionadamente, mientras que Yamato acariciaba con sumo cuidado sus costados de Mimi, a su vez que ella quitaba la playera de su novio y sonriendo un tanto traviesa.

— ¿N-No te molesta?

— No, tranquilo, hazme tuya. Mh~

— Eres mía, ahora silencio o tus padres nos escucharán.

— S-Sí, sólo bésame.

Yamato levantó la playera de Mimi, mientras besaba con sumo cuidado su cuello, llegando a su gran busto, lo cual lamió su pezón con sumo cuidado, ya que sabía que los senos de su novia estaban más sensible y así bajó lentamente sus besos hasta llegar a su vientre, besando con ternura este. Luego quitó su ropa interior, haciendo un camino de besos, hasta llegar a su intimidad, lamiendo de una sola vez en esta, posicionando su boca para comenzar hacer la felación en su zona intimida. Aquello provocaba más excitación que otras veces por parte de Mimi, lo cual buscó su almohada mordiendo esta, solo para no meter ruido y que sus padres no escucharan. Yamato movía su sinhueso a un principio de manera circular, para así enfocarse en su clítoris específicamente, succionando de vez en cuando y notando que Mimi comenzaba a estremecer. Ella notó enseguida que comenzaba a sentir el orgasmo, lo cual apretó con su diestra la almohada y ahogaba sus gemidos en ella. Yamato al notar que su novia entraba en su orgasmo, comenzó a saborear con deseo su intimidad. Mimi no aguantó más, hasta que sintió que un líquido salía de su intimidad, Yamato sonrió un tanto travieso al ver que había logrado que su novia llegaba a su punto máximo y subió hasta llegar a sus labios besando con deseo.

Mimi al sentir los labios de su mayor, correspondió apasionadamente a este, jugando con su lengua y así ladear su rostro para encajar en sus labios a la perfección. Llevó sus manos a la altura de su bóxer, bajando este y así liberar el miembro de su novio. El miembro de Yamato estaba erecto, pero Mimi aún así en su esfuerzo llevo su diestra hasta su hombría, para rodear con su falanges el miembro de este y comenzar a masturbar.

— E-Estás muy duro, mh~ -Susurró un tanto traviesa Mimi.-

— Me tienes así, ¿Te gusta? Mhgñ

— Me encanta, hazme tuya amor. Ah~

Yamato retiró con sumo cuidado la mano de su novia, comenzando a rozar su erecta y dura hombría en contra la húmeda intimidad de Mimi. Comenzó a mover sus caderas lentamente en contra su menor, para así comenzar adentrarse lentamente a la intimidad de su novia, ella ahogó sus gemidos en sus labios, mordiendo el belfo inferior de su mayor. Yamato comenzó moviendo lento sus caderas, tratando de no apoyarse tanto en Mimi, ya que no quería lastimar al bebé, luego de un rato moviéndose, no aguantó más para comenzar a embestir con rapidez, Mimi desde que estaba embarazada sentía mucho más excitación que antes, lo cual trataba de lo descontrolarse y solo besaba con desesperación a su novio. Él le dio unas profunda estocadas, a lo que comenzó a sentir el cosquilleó en su miembro, aumentó sus movimientos, corriéndose enseguida dentro de su novia y Mimi por su lado no demoró en llegar a su orgasmo.

Ambos cayeron rendidos en la cama, un tanto agitados pero abrazados completamente.

— Yamato-san, estuvo excelente.

— Sí, te sentí más apretada que las otras veces.

— Bobo, me voy a sonrojar.

— Pobre de nuestro hijo, pensará que sus padres son pervertidos.

— Lo somos, claramente. –Dijo riendo.-

— Te amo, boba.

— Y yo a ti, Yamato-san.

Amigos con beneficios [DIGIMON/MIMATO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora