Último día de campamento.

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Luego de una ducha en general, todos estaban desayunando, Mimi reía junto a Yamato, porque sus amigos se veían fatal y lo peor vendría para ellos porque el día estaba soleado. Se les asignó la primera actividad en grupos de cinco, a lo que tuvieron que ir a un sector donde nadie conocía del camping y era una gran plantación. Debían cosechar verduras, lo cual entre los cinco trataban participar bien en la actividad y más se esforzaban que Mimi no hiciera tanto esfuerzo.

— Odio el sol. –Mencionó Koshiro quejándose.-

— Bebiste mucho ayer, me impresioné verte así. –Comentó una impresionada Mimi, mientras ayudaba a sacar algunas verduras.-

— Es que jugamos ese juego de beber... ¿Qué hicieron ustedes? –Cuestionó Koshiro a Mimi para luego ella sonrojarse y esconder su rostro.- Ah ya veo.

— ¡Calla! –Mencionó una sonrojada Mimi.-

Estuvieron dos horas trabajando arduamente para luego ir almorzar todos juntos, cuando Mimi sintió el olor de la carne y corrió hasta el baño, en compañía de Sora. Lo cual Yamato le separó solamente ensalada y postre, para así apenas volvía podría comer tranquilamente en la carpa, lejos del olor a la carne. Pasó una hora la cual le habían informado que ese día tendrían más actividades que el día anterior, así que primero partieron con ir al sector donde había muchos caballos y Mimi deseaba subirse a uno, pero Yamato se negaba.

— ¡Quiero subirme al caballo!

— Te dije que no, es peligroso para ti.

— Yo quiero. –Comenzó a esbozar un puchero, el cual Yamato quería evitar ver.-

— ¡No me hagas pucheros!

— ¿Ya no me quieres?

— Si te quiero boba, pero quiero que te cuides tú y nuestro bebé.

— Hola chicos. –Mencionó un maestro notando como hablaban ambos.- Mi esposa tuvo un embarazo riesgoso también y tuve que pasar lo mismo que ustedes. Pero Ishida puede guiar el caballo mientras cabalga Mimi, no le pasará nada siempre y cuando vayan lento.

— ¿Viste, Yamato-san? –Cuestionó una sonriente Mimi.- ¡Muchas gracias, Maestro!

— Bueno solo 5 minutos...

— 10 minutos.

— Dije 5.

— Y-Yamato-san. –Esbozó nuevamente un puchero, mirando tristemente a Yamato.-

— Aaaah ¡NO HAGAS ESO! –Dijo un desesperado Yamato, provocando la risa de los chicos.-

— Nunca pensé ver a Yamato-san así. –Bromeó Sora.-

— Cae en los encantos de Mimi-san. –Comentó un divertido Koshiro.-

— Ya solo 10 minutos, nada más, ¿Si? –Cuestionó un rendido Yamato, notando como Mimi celebraba de la felicidad.-

— ¡Te quiero mucho! –Abrazó a Yamato, para depositar un beso en su mejilla.-

— Y yo a ti, boba. –Correspondió a su abrazo, sonriendo embobado.-

Mimi se subió al caballo con la ayuda de Yamato, lo cual comenzaron a pasear lentamente y ella miraba por todo lado sonriente. Yamato notaba que ella estaba feliz, así que se sentía enternecido porque se comportaba como una niña pequeña.

— Creo que pillé la técnica para convencerte ante todo. –Dijo una triunfante Mimi.-

— No abuses de eso. –Comentó soltando una risa Yamato.- ¿Te gusta el lugar?

Amigos con beneficios [DIGIMON/MIMATO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora