Aprendiendo a ser padres.

201 10 2
                                    

Luego de aquel doloroso parto de Mimi, ella estuvo un día más en el hospital y volvió a su departamento. Se llevó la sorpresa porque había una nueva cuna, ropa de niña y adaptado para los mellizos. Ella estaba feliz, a lo que acomodó a sus bebes que dormían en sus cunas correspondientes para así mirar a sus padres y a los de Yamato, quiénes se veían felices por la llegada de ambos bebés.

— Chicos queremos hablar con ustedes. –Confesó la madre de Yamato.-

— ¿Sí? –Cuestionó Mimi.-

— Pensábamos de Mina y Hajime será mucho trabajo para ustedes. –Dijo la madre de Mimi.- Ahora donde más ambos deben apoyarse, pensábamos aportar con ustedes y que Yamato sólo trabaje los fines de semana, no todos los días...

— Exacto, también ahora tendrán que dormir juntos, turnarse porque son dos bebés y si el otro duerme, puede despertar el otro. –Confesó el padre de Yamato.-

— Así que decidimos que Yamato se quedará aquí, como si estuviera viviendo contigo, hasta que crezcan un poco y no tengan que depender uno del otro. –Confesó la madre de Yamato.-

— Lo otro, deben respetar la cuarentena, ósea nada de tener sexo y más por tu bien hija, te va a doler mucho si no la respetas. Te cuidarás en la alimentación, ya que ahora debes alimentar a dos bebes y lo más importante no estresarte. –Confesó la madre de Mimi.-

— ¡Y ahora solo te cuidarás! ¡Ya soy feliz con mis nietos! –Le golpeó en la espalda a Yamato.-

— Sí, papá si ya aprendimos y respetaremos la cuarentena. Entonces, debo ir por mis cosas, ¿Cierto?

— Claro, yo te acompaño y Takeru también.

— Ahora voy. –Se acercó a la cuna de ambos bebes, mirando un tanto embobado, depositando un beso en la frente de Mina y luego Hajime. Luego se acercó a Mimi posando sus manos en ambas mejillas.- ¡Eres la mujer más hermosa! –Le robó un beso en sus labios.- Te amo, vuelvo pronto ¿Si?

— ¡Bobo que me sonrojo! –Dijo una risueña Mimi al recibir su beso, sonrojándose completamente.- Te amo, vuelve pronto que te voy a extrañar. –Comentó Mimi, a lo que escuchó llorar a Mina.- Debe tener hambre...

Mimi fue hasta la cuna tomando con sumo cuidado a su pequeña, meciéndola con sumo cuidado entre sus brazos y mirando enternecida.

— ¡Ya vayan que la mamá va alimentar a la princesa! –Dijo la madre de Yamato sacando de la habitación a Yamato, Takeru, Hiroaki y Keisuke.-

— Gracias, suegrita. –Confesó Mimi, mientras se acomodaba sobre la cama y sacaba con sumo cuidado su busto, dejándolo a la vista, ayudando a su pequeña que amamantara. La pequeña con sus manos sostuvo a penas el busto de Mimi, a lo que comenzó a succionar y Mimi al no acostumbrarse aquello, fruncía el ceño por un momento.- Aprieta fuerte... -Dijo Mimi mirando a su bebé.- Pero es feliz, hermosa.

— No hay de qué. –Comentó una sonriente Natsuko.-

— Es normal, aún no acostumbras a dar de amamantar. –Dijo la madre de Mimi.- Se parece a ti Mina, aunque pareciera que sacará los ojos de Yamato.

— Dijo la doctora que con el tiempo se definirá el color de sus ojos, aunque sería lindo que sacara los ojos de Yamato. –Dijo una sonriente Mimi, notando como la bebé comenzaba a quedarse dormida. A lo que Mimi la tomó con sumo cuidado, apoyando a la pequeña sobre el pañal de tela que tenía sobre su hombro y así masajeando la espalda del bebé con sumo cuidado, tratando de que botara los gases. Pero enseguida comenzó a llorar Hajime y ella se impresionó.- No me quieren dejar respirar. –Dijo una risueña Mimi.-

Amigos con beneficios [DIGIMON/MIMATO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora