O2 A

721 99 259
                                        


No pasó mucho tiempo antes de que Taehyung hiciera lo que se le aconsejo, esperando que Jungkook le restara importancia a su comportamiento acosador de antes, y milagrosamente para él, Jungkook no dio indicio alguno que demostrara intenciones de apartarlo, o siquiera mencionar sus constantes miradas bobas, en cambio respondía a sus saludos cordialmente y si tenía suerte, conseguía intercambiar dos que tres frases sobre trabajo o charlar trivialmente sobre el clima. 

Vaya que tampoco era la gran cosa, pero se sentía orgulloso de sí mismo y se daba de palmadas contra el pecho por su diminuto avance, animandose de esta manera a saciar sus ganas por volverse cercano al menor.

Ese día no era diferente a los demás, mínimamente es lo que pensaron Joohyun y Jimin tras ver a Taehyung llegar acompañado de una bufanda verde exageradamente peluda, pero abrigadora para la época invernal que atravesaban. El rubio se detuvo frente a ellos, separando considerablemente los labios y muy extrañamente, guiñando un ojo. 

—Soy inmune a tus encantos, fuera de aquí —Jimin se levanta de su lugar y empuja su cuerpo torpemente amigable a un costado.

—Aja si, ahora dilo sin llorar —Le dedica una mirada escéptica y frunce los labios, simulando enfurruñarse —De todas formas, no eres tu a quien quiero encantar.

—¿Me estas diciendo que esperas conquistar a alguien usando eso? —Se burla la pelinegra, incrédula.

—Es parte del plan, si es lo que te interesa saber —Hay seriedad en su voz, mezclada con una pizca de diversión.

—Ouh, ¿y como es ese plan? —Cuestiona manteniéndose atenta. 

Taehyung extiende sus labios listo para dar una asombrosa explicación, pero cerrando su boca súbitamente en el momento preciso que ve a Jungkook salir del elevador, dirigiéndose tranquilamente a su oficina. Por tanto, abandona su plática y se apresura en ir donde el pelirrojo, siendo observado por sus amigos, llenos de sorpresa por sus acciones. Normalmente esperaría por un encuentro casual para saludar, nunca se había arriesgado en ir directamente con él.

Eso sí que era un gran paso. 

Y Taehyung podía sentirlo en la inundación de emociones euforicas, fusionadas con adrenalina que se esparcen por su cuerpo, temblando inevitablemente cuando llamó a su nombre y este se giró a verlo, con esa maldita mirada pacífica pero curiosa que se le otorgaba. 

Cielos, ¿cómo podía volverse más bonito con el paso de los días? 

—¿Taehyung? —Pronuncia, y él mencionado lucha por no estremecerse, fallando patéticamente —Oh, hace frío ¿no es así? —Las comisuras de sus labios se elevan muy escasamente, pero Taehyung siente haber caído rendido ante ese ordinario acto.

—Si, si, si especialmente en la planta alta —Expulsa con voz de gelatina, y maldición, él no quería tener otra absurda conversación sobre el clima —Veo que no tienes bufanda, ¿está tu cuello bien con eso? —Enuncia las palabras de manera torpe, incluso si en su mente suena genial.

Jungkook tarda en procesar su pregunta, mostrando una expresión adorablemente confundida. Terminando por tocar su cuello, notando la frialdad en su piel y cree comprender entonces la pregunta.

—Parece estar cerca de ser un cubo de hielo —Taehyung sonríe grande frente a su contestación —Quizás compre una de esas luego —Señala su cuello, haciendo alusión a la que lleva puesta —Se ve cálida.

Dando por terminada su conversación emprende nuevamente su caminata en dirección contraria, alarmando al rubio, movilizando sus piernas temblorosas a correr detrás del menor, deteniendo sus pasos abruptamente, mientras se coloca en medio de su camino y lo mira con ojos confiados rozando al mismo tiempo con la expresión muriendo de nervios.

Labios sueltos | KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora