"Está silla es bastante comoda, espero que te guste.
Att. Jeon Jungkook"Fue lo que había escrito para él en una pequeña nota amarilla, pegada cuidadosamente al respaldo de la silla y Taehyung solo pudo sentir la calidez ser vertida sobre su pecho. Porque su antigua silla no tenía nada de malo, y dudaba que Jungkook no lo hubiera notado al momento de cambiarlas, haciéndose él desentendido y pegando esta nota. De alguna manera le pareció algo tímido y adorable.
Y quiso correr hasta su oficina, para agradecer como mínimo por tomarse la molestia, desechando la idea en cuanto observa su escritorio y nota el montón de papeles abarcando una enorme parte de este. Le da un vistazo al pelirrojo, notando que su escritorio se encuentra de la misma manera, o quizás hasta peor.
—Primero el trabajo Romeo —Molesta Jimin, tomándolo por los hombros y sentando su trasero sobre la nueva adquisición —No vas a poder quejarte mucho con tremendo obsequio, así que manos a la obra.
Taehyung hizo caso, asegurándose de hacer su amado trabajo correctamente. Desde corregir, leer y valorar el manejo correcto de la narrativa, hasta escribir unas cuantas ideas para el marketing de ciertos libros en su primera reunión oficial en estrategia de ventas. Honestamente quería hacerlo bien, no solamente buscaba dejar una buena primera impresión, sino que también quería fastidiar un poco a Jungkook, siendo que también es jefe de marketing y por ende sus ideas, la mayoría de las veces, eran las elegidas.
El confiaba en ello, en las habilidades de Jungkook para escribir buenas promociones, no hacía caso de los comentarios maliciosos por parte de los trabajadores; estaba seguro de que su pasada relación con su jefe y presidente de editorial Kim Namjoon no tenía nada que ver con su actual puesto de trabajo. El pelirrojo está donde está por sus esfuerzos, de eso no tenía duda.
Llenando su cabeza de este pensamiento, llega al final de la jornada laboral, estirando su cuerpo a los lados y mirando orgulloso el trabajo finalizado, ni siquiera tomó su hora de descanso, de hecho, ninguno de los empleados lo hizo. Definitivamente había sido un día cansado para la empresa.
—¿Tae, vienes? —Escucha a su costado, como si le hubiesen hablado con anterioridad y él no estuviese prestando atención.
—Umh, ¿a dónde?
—Jimin y yo pasaremos a comer algo antes de irnos a casa, ¿nos harás compañía? —Pregunta Joohyun, procurando usar un tono ameno.
Antes de dar una respuesta, mira en dirección a las paredes cristalinas que tanto adora y conoce su respuesta en cuanto lo mira; Jungkook lastimosamente continúa trabajando y quién sabe hasta qué hora vaya a terminar.
—¿Está bien si solo los acompañó y pido para llevar? —Joohyun observa lo mismo que él y se siente conmovida.
—Por supuesto, supongo que Jungkook también necesita compañía después de un día agotador —Deduce y Taehyung asiente reiteras veces, demasiado de acuerdo con esa contestación.
[•••]
Para cuándo regresa con dos bolsas en manos, nota que han apagado las luces del lugar, siendo la oficina del menor la excepción; con una única lámpara alumbrado de manera tenue.
Está mirando en su dirección desde una esquina, encandilado por el bonito ambiente que se crea alrededor de su presencia con poca luz y un suspiro escapa de sus labios, demasiado ensimismado en sus pacíficos sentimientos. Mirarlo se sentía igual que mirar el amanecer, tranquilo, hermoso y lleno de esperanza.
Está por dar un paso fuera de las sombras, siendo interrumpido por la presencia de su presidente dentro de la oficina, echando su cuerpo para atrás abruptamente. Maldición, él ni siquiera lo había notado por estar metido en su mundo.

ESTÁS LEYENDO
Labios sueltos | KTH + JJK
Fanfiction"No soy tímido, no tengo nada que decir" Jungkook amo, amo completa y enteramente, nunca aprendió a dar poco; terminando así sin tener nada que ofrecer para aquel gentil chico de sonrisa cuadrada, quien tanto se esmera por conseguir su agridulce cor...