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Tres semanas después.

Taehyung lleva una mano sigilosamente a la bolsa de golosinas que Jimin dejo despreocupadamente sobre la mesa, asomando la punta de la lengua cuando consigue abrirla y su mirada se ilumina, notando la diversidad de chocolates que tiene en su interior.

—¿Qué dicen? ¿quieren ser devorados por mi? —Acerca su oído, a la par que simula contestar por los dulces con una voz chillona —Será un placer entonces.

Sonríe torpemente, llevando una mano devuelta a dicha bolsa, dando un respingón en su lugar luego de recibir un buen golpe en la nuca con un libro de tapa dura.

—¡Kim Taehyung! ¿qué crees que haces, pedazo de miope? —Le reprocha Jungkook asombrado, había notado su interés por los chocolates, pero no sé imagino que realmente se encontrará dispuesto a robarle uno —No puedes tomarlo así por así, ¿te das cuenta que de esta manera se crean los criminales? Santo cielo, quién diría que tengo un ladrón profesional por amigo —Sonríe con malicia frente a la mala cara que ha puesto él rubio.

—¡Iba a tomar uno para ti también!

—¡¿Y se supone que eso lo hace menos peor?! —Estupefacto abre grande la boca, entre queriendo reír y sintiendo ternura.

—¡Evidentemente! —Eleva los brazos con obviedad —Jimin trajo esa variedad porque mencionó que desconoce los favoritos de Joohyun, lo que significaba que hay uno de cada uno y por lógica ¡no piensa compartir con nosotros! así que dime... ¿por qué no te veo dándome ánimos por mis riesgos ni diciendo gracias?

Jungkook expulsa una buena carcajada, aplaudiendo en el proceso porque aquello había sido fuera de este universo, o como mínimo estaría dispuesto a decir que la existencia de Taehyung por si sola está fuera de su alcance. ¡Ese chico podía hablar sobre vegetales y hacerlo un tema interesante! definitivamente gozaba de una personalidad extravagante y esa es una de las razones por las cuales le agrada su compañía.

Es un verdadero respiro.

—Uh, detén eso —Le pide, señalando los labios propios, haciendo alusión a su sonrisa.

—¿Por qué? —Jungkook parpadea repetidas veces, al mismo tiempo que sus labios forman un piquito inconsciente.

—Porque... —Picoteas mi corazón —Soy un sujeto sensible y sigues sin darme ánimos.

—No te daré ánimos para tomar los chocolates de Joohyun noona —Jungkook siempre desinteresado por su alrededor, no alcanza a notar las miradas persistentes de los trabajadores en la cafetería por mostrarse tan raramente eufórico, pero Taehyung si —... y Jimin-ssi también podría molestarse mucho contigo si estropeas su obsequio.

Regresa su atención al distraído chico y sus comisuras se elevan, él luce relajado y no tiene ganas de ver como su ambiente sosegado se deshace por culpa de miradas que hasta donde sabe; a través de los años, no han hecho más que desacreditar su trabajo debido a su anterior pareja y hablar blasfemias de su persona, sin siquiera tomarse el tiempo de conocerlo.

—Por lo menos si no vas a ser mi cómplice de delitos, ¿podrías acompañarme a comprar unos dulces? eso es si es legal —Señala lo evidente, colocándose de pie y tendiendole una mano acompañado de una sonrisa.

 Incluso era incómodo para él todas las miradas fijas sobre JungKook. Idiotas que seguramente nunca llegaron a pensar que Jungkook como ser humano que es, también puede reír así de hermoso.

—No seré tu cómplice de delitos, pero puedo ser tu guía espiritual hacia el camino del bien —Burlón guiña un ojo en medio de una sonrisa sugerente y Jimin quien acaba de llegar observa la escena atónito en un costado.

Labios sueltos | KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora