Labios sueltos | KTH + JJK

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Luego del trabajo y de conducir por dos horas; hicieron falta dos toques a la puerta para poder mirar un rostro familiar, pero que ahora se sentía tan ajeno. Y su padre lo miraría, secando sus manos en el delantal, ciertamente confundido por su presencia, lo dejaría pasar y luego desaparecería de su vista para ingresar a la cocina.

Hubo silencio por un momento, después murmullos y finalmente el ruido de un cucharón de mental cayendo al suelo, seguido de pasos apresurados que se aproximaban a la sala de estar, dónde un nervioso Jungkook esperaba. No tardo mucho en encontrarse con la mirada de su madre, una bastante dolida, pero al mismo tiempo aliviada.

—¿Por qué no has avisado que venías? —Nara da pequeños pasos hasta quedar sentada frente al joven —Mírate —Acaricia sus cabellos rojizos, llevándolos hacia atrás —Te has puesto más guapo, aunque la última vez que te vi no tenías estás ojeras —Deslizo un dedo pulgar en la zona oscura —Es así como te está tratando la vida de adulto.

Jungkook no hace mucho más que dar un leve asentimiento, sintiéndose demasiado frágil bajo el tacto de sus suaves manos, hace su mejor esfuerzo por contener el llanto; porque su mamá lo está mirando con tanto cariño, incluso si fue un mal hijo y dejo de visitarlos, inventando cientos de excusas para faltar a reuniones familiares.

—¿Quieres cenar con nosotros? —Es su padre quien lo invita y soba su espalda, como si de un chiquillo se tratara.

—Me encantaría.

Había extrañado lo bien que sabía la comida de papá y mamá, después de todo realmente había pasado un tiempo desde la ultima vez que probo algo hecho con cariño, así que saborear el Bulgogi en su paladar lo hizo sinceramente feliz.

—Leí que pronto anunciaras un nuevo libro —Comenta su padre, acercándole un vaso con agua que no tardo en tomar —¿Cómo te va con eso?

—¿Otro? —Interrumpe Nara —No hace mucho se publico tu último libro —Su ceño fruncido denota su preocupación —Se que es tu trabajo, ¿pero no te estas exigiendo demasiado? un libro tras otro y tus obligaciones en la editorial, eso reclama mucho tiempo Jungkook.

—Lo sé —Admite, luciendo una mirada apagada —Supongo que vivir así es más fácil para mi.

Hubo silencio por un momento, uno doloroso, pues su hijo esta sentado ahí frente a ellos luego de dos años, cansado y sombrío, aceptando una vida llena de trabajo, porque incluso si es agotador le resulta más llevador y eso dolía, dolía no haber estado ahí para él porque Jungkook así lo quiso.

Durante años Jungkook se limito a comunicarse con su familia a través de mensajes de texto bastante vagos y llamadas que nunca duraron lo suficiente para una madre y un padre preocupados por su único hijo, así que ¿cómo no sentirse herido?

—¿También es más fácil mantenernos ajenos a tu vida? —Jungkook eleva la mirada, con ojos grandes y temblorosos —Somos tus padres, queremos saber de ti todo el tiempo, queremos verte y sabemos que eres un adulto con grandes responsabilidades en su trabajo, pero honestamente ¿qué es lo qué realmente te mantenía fuera de nuestro alcance?

Jungkook no sabía que responder, incluso si era consciente que en algún momento tocarían el tema, todo lo que puede hacer es mostrarse esquivo y apartar la mirada, como si eso lo hiciera desaparecer o cambiar el tema, pero no, las cosas nunca han sido tan fáciles como eso.

—Namjoon llamo —Se vuelve rígido ante su mención —En realidad llama bastante seguido, siempre preguntando si has venido a casa y cuando la respuesta sigue siendo no, asegura que él vendrá y así lo hace.

—¿Él les dijo...

—Si Jungkook, sabemos que no están juntos mas —Contesta con pena —¿Es eso? ¿esa es la razón por la que mantienes tu distancia con nosotros?