Todos los días de mi vida.

7

Lan WanJi ayudó a Wei Wuxian a incorporarse.

Pero lo tomó en brazos para que no tuviera que esforzarse más, Wei Ying soltó un chillido de sorpresa aferrándose al cuello del mayor fuertemente.

-Lan Zhan, ¿Que haces?

El mencionado no respondió siguió a su departamento hasta cerrar la puerta, a paso lento camino hacía su habitación dónde colocó a Wei Ying sobre su cama, el joven pasó sus manos sobre la suave cobertura.

-¿Dónde estamos?

-En mi habitación -contestó Lan WanJi regresando del baño dónde traía el botiquín de primeros auxilios.

Lan WanJi se arrodilló frente a él y con mucho cuidado comenzó a desatar la venda que rodeaba los ojos de Wei Wuxian pero este se movió rápido alejándote.

-Espera Lan Zhan -susurró- Ahora que lo pienso, creo que no es buena idea, ¿Puedes llamar a Jiang Cheng por favor?

-No -negó Lan WanJi- ¿Porque te alejas?

-No quiero que me veas así, Lan Zhan como dije aquella vez tú mereces a alguien que pueda ver lo grandioso que eres, deja de perder tu tiempo con alguien como yo

-¡Wei Wuxian! -le dijo Lan WanJi molesto- Deja de decir cosas sin sentido

-¡No lo son! -le dijo Wei Ying exaltado- Lan Zhan, por favor piensalo, ¿Que podría ofrecerte yo? No es justo, puedes buscar a alguien más

Lan WanJi no dijo nada solamente tomó su mano y la besó suavemente, Wei Ying suspiró.

-Lo lamento -dijo Lan WanJi- Hace 3 semanas yo...

-No importa Lan Zhan, sé que no fue tu intención yo debería disculparme contigo

-Dejame curarte -le dijo ignorando sus disculpas.

A pesar de las quejas Wei Wuxian finalmente accedió.

Con mucho cuidado Lan WanJi retiró las vendas, los ojos de Wei Ying permanecían cerrados con algunas marcas rojas alrededor de ellos, un lastimero suspiro salió de los labios de Lan WanJi.

En una hoja que le había dado Jiang Cheng venían las instrucciones, con suavidad tomó un pañuelo húmedo con agua fría y los pasó por los ojos contrarios par quitar el resto de medicamento.

-Estás muy callado Lan Zhan -rió Wei Ying- No es que no sea eso usual pero...

Wei Ying alzó su mano con la intención de acariciar sus mejillas de Lan WanJi pero se congeló al sentir pequeñas gotas frías que resbalaban por ellas.

-Lan Zhan -susurró- No llores

-Lo siento

Wei Ying se acercó lentamente a él mientras sus dedos recorrían el rostro de Lan WanJi hasta dar con sus labios, el joven sonrió colocando un tierno beso en los labios contrarios.

-Son muy suaves -sonrió Wei Wuxian- Lan Zhan, Lan Zhan lamento que tengas que ver este lado de mi, sé que causo lástima, por eso sólo dejo que  Jiang Cheng se encargue

-No es lastima, estoy molesto -confesó.

Detestaba saber que personas tan buenas como Wei Ying no tuvieran que soportar injusticias crueles de la vida.

Luego colocó una venda nueva para proteger sus ojos, Wei Ying le contó que en pocos días aquella ya no sería necesaria, pero luego de exámenes sus ojos quedaban doliendo y sufrían por la luz entonces la usaba para protegerlos.

-Lan Zhan es la primera vez que estoy en tu habitación -le dijo una vez escuchó las pisadas del mayor salir del baño, dónde había regresado todo.- Y es una lastima que no pueda verla, ¿Puedes describirla para mi?, ya que mi imaginación comienza a pensar póster de mujeres por las paredes