Capítulo V.

1.1K 110 27
                                    

Lo Movements pasaban y aquella mestiza comenzaba a sentirse frustrada de su situación, el soldado que la alimentaba había cruzado un par de palabras con ella, revelandole algunos datos que sin duda le harían mantener la esperanza por un poco más de tiempo.

Con aquellas pequeñas charlas de menos de un dobosh, el Galra cuyo nombre era Thrax le informaba un poco de su situación y del hecho de que una fracción del imperio estaba en contra de Zarkon, dicha fracción se interesaba totalmente en sacarla de ahí, pero debía ser paciente.

Para ese momento, Sendak había logrado mejorar un poco aquel radar para hallar a los leones de voltron, logrando así ampliar exponencialmente el rango de búsqueda a un sistema solar.
Esto les daba la ventaja, pero tenía sus limitaciones, además de requerir quintaesencia para su funcionamiento, destruirlo era parte importante de la misión de Thrax.

-Ubicamos el radar de Sendak en el sector de despegue de cazas. Infiltraremos dos miembros más antes de realizar el ataque, prepárate para salir de aquí en dos movements, no podré venir aquí hasta entonces.-

Las últimas palabras del mayor lograron preocupar considerablemente a la niña. ¿La dejaría sola dos Movements?, A pesar de ser demasiado tiempo no tenía de otra más que esperar. Entendía las dificultades que tenía la espada en ese momento y no estaba en posición de exigir nada, en lugar de eso, agradecía considerablemente el apoyo que recibía.

-Entiendo. Estaré esperando.- Con esto la charla finalizó, el Galra siguió su camino, para ese segundo, la cámara de vigilancia se había girado en su dirección. Un tic más y le habrían visto de manera sospechosa, suspiró y continuo su ronda de guardia.

Mientras tanto, __ se levantaba del frío suelo de su celda, estaba harta del confinamiento, su cola felina se movía inquieta a sus costados mientras comenzaba un estiramiento. Sentarse y solo esperar a que algo sucediera era muy molesto para ella, además, si pensaba escapar de verdad, debía considerar la posibilidad de un enfrentamiento.

Comenzó un entrenamiento luego de estirar, a pesar de sus pocas energías por la falta de alimento decente, sentía que podría darle cara a los enemigos. Sus filosas garras serían suficientes para eliminarlos. O eso esperaba.

Solo dos Movements más y su infierno terminaría. Debía ser fuerte.

.
.
.

El día había llegado. Ya no habría más preocupaciones. Por fin sería libre.

-En Exactamente una varga, presiona este botón, alejate de la puerta lo más que puedas. Tiene explosivos.- Advirtió el Galra luego de introducir a través de la rejilla de alimento un aparato con un solo botón y un contador de tiempo. __ asintió decidida y espero el momento indicado. Todo tenía que salir bien.

Mientras nuestra protagonista esperaba, Thrax se encargaba de infiltrar a su gente, cinco marmoranos se vistieron con el traje característico de la flota de Sendak y comenzaron las rondas por los lugares planificados anteriormente, evitando así encuentros indebidos con verdaderos guardias o centinelas, en caso de hacerlo, cada miembro conocía el protocolo para solucionarlo. Estaban bien preparados.

Thrax junto con dos marmoranos de nombre Kiyann y Sannora se acercaban a colocar los explosivos en en radar de Sendak y algunos cazas para evitar la persecución luego de escapar, mientras sus demás compañeros seguían sus respectivas misiones, Taliban, acompañado de Nash destruían toda la información de Sendak sobre el radar de voltron, no permitirían que lo construyera una vez más.

Finalmente estaba Kallv, el más joven del equipo fue encargado de ayudar a la mestiza a escapar.

Este joven realizaba una ronda cerca del lugar donde yacía la Gandriana, en pocos ticks la chica accionaria el explosivo y su parte comenzaría.

–Ya es hora.– Murmuró la joven de ojos bicolor en una esquina de la celda y accionó el botón, pronto los explosivos hicieron su parte, la puerta se cubrió de un humo negro y pronto cayó, dejándola en la libertad. La que tanto anhelaba desde que despertó.

–¡Hey!, Tenemos que irnos.– La chica asintió y ambos emprendieron carrera a la zona de los cazas, en poco tiempo los disparos comenzaron en contra de ambos, el Galra frenó y disparo a los centinelas que les seguían, sus disparos eran acertados perfectamente, sin duda tenía una puntería perfecta. –¡Ve al hangar de la nave!.– Ordenó a la felina que también había detenido su andar pensando como ayudarle. Negó ante sus palabras y se lanzó contra los centinelas, el duro metal de sus cuerpos no eran nada contra las filosas garras que poseía.

–Vamos.– Su contrario sonrió y asintió, tenían el camino libre a pesar de las alertas por todo lo que sucedía en la nave. Sendak no se preocupó en lo más mínimo por su escape, después de todo, no era el único problema, estaban destruyendo radar y los planos del mismo, reconstruirlo le tomaría un tiempo y más aún sin los planos.

–Por aquí, debemos esperar a los demás. Si en cinco Doboshes no están aquí, nos tendremos que ir.–

–¿Planeas abandonar a Thrax?.– La preocupación en el rostro de la menor era muy notoria. El Galra suspiró molesto, todos los marmoranos sabían perfectamente que el cumplimiento de la misión era mucho más importante que la vida de los individuos. Algo que __ simplemente de negaba a aceptar. –No nos iremos sin Thrax, además, la leona sigue en la nave, no podemos dejar que Sendak la tenga.– Nuevamente dió un suspiro por la altanería de la alienígena, pero no podía negar el hecho de que tenía razón. Tenía la ubicación de aquella pieza de voltron ya que anteriormente Thrax le dió los planos de la nave, saco estos y luego de una ojeada rápida a los ductos de ventilación supo cómo llegar sin ser vistos.

–Vamos, por aquí, tenemos cuatro Doboshes.– Con velocidad se adentraron en los ductos de ventilación, el tamaño de estos apenas y era suficiente para el Galra que, comúnmente entre los de su raza, era alto y fornido, una gran ventaja para la mestiza que, a pesar de su sangre Galra, era pequeña. –A la derecha aquí, saldremos justo donde la leona.–

Tomando la dirección indicada se topó con la rejilla de metal, saco sus garras y de un movimiento partió el metal que cayó al suelo, dejándoles el paso libre.

Ambos salieron de la ventilación, quedando detrás de la pieza de voltron.

–Hey, soy yo, por favor abre.–

Sin embargo, a pesar de sus palabras el escudo de partículas no desapareció, como si la leona no la reconociera como su paladín.

–Por favor, soy __, viniste a salvarme antes, salgamos juntas de aquí.– Colocó sus palmas sobre el escudo, suplicando por que esta finalmente le diera el paso libre, sin embargo se negó a esto. Para __, este rechazo fue doloroso, lo único que le quedaba de su madre la negaba como su paladín, a pesar de salvarla antes, no lo entendía. No entendía las razones de la leona.

–Tenemos que irnos, un dobosh para regresar, nos están esperando.–

Con la cabeza baja asintió, enredo su cola en su pierna apenada por el rechazo, se sentía frustrada, triste y decepcionada de sí misma.

Ambos retomaron el camino por los ductos y llegaron al hangar, dónde los cuatro marmoranos se defendían de los centinelas, habían atorado la puerta impidiendo el paso de Sendak que furioso comenzaba a destrozarla buscando llegar a los causantes de la destrucción del radar.

–Vamonos.– Bajo la orden de Thrax, los jóvenes subieron a la nave de caza y unos ticks antes de que Sendak logrará entrar, estos habían escapado.

Finalmente era libre. Lo que por tantos quintantes deseó, pero el precio de esto fue abandonar el legado de su madre. Volvería por ella, rogando a las estrellas que cuando lo hiciera, está la reconociera como su paladín.

.
.
.

Pues bueno, lamento tanto haber tardado en actualizar, un mes jaja :(

Espero les haya gustado!

Voten y comenten! <3

Por cierto, un aviso importante!

He iniciado un nuevo Fanfic, de la serie Final Space!

Es un Avocato x Lectora uwu Pasen a leer! <3

Se que les va a encantar uwu
Nos leemos luego! <3

Voltron: La Leona Blanca. [Keith x Lectora.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora