Cuchilladas de amor❤️

Como se planea una venganza.

Un poco mareada, _______ no comprendía al cien por ciento lo que pasaba a su al rededor, ella de un momento a otro paso de una oscuridad total a la luz intensa, creyendo el mito de que si ibas a la luz moriría.
Intento prestar atención a lo que las personas en la habitación decían, pero por más que se esforzaba; su cerebro parecía no querer retener ningún tipo de dato.
Una enfermera le sonrió amablemente y solo le comento que su esposo estaría feliz de verla, pues había esperado el que ella despertará y le hizo la observación de que no se había movido de ahí salvo para comer y limpiarse. La pequeña _______ se sintió un poco fuera de lugar, recordando todo aquello que hizo que cayera en este estado, pensando que cuando Todd la viera...le dio un escalofrío siquiera imaginarlo.
Ella sólo pudo agradecerle con una voz patosa los cuidados proporcionados y cerró los ojos,  sin saber realmente qué pasaría en las próximas horas. ¿Todd estaría muy molesto? ¿Qué pensarían sus padres de todo aquello que hizo? ¿Estaría todo el mundo defraudado de ella solo por intentar buscar su felicidad? Cuando menos lo acordó, Todd entró en su habitación,  con una mirada calculadora y un semblante serio, quizás pensando en lo que le diría a su esposa.
–_________...– Ella apretó los ojos y con un suspiro los abrió, topandose con Sweeney, cerca de su cama.
–Antes de que digas algo, quiero agradecerte...no tenías que irme a salvar porque fui yo quien esca...–Sweeney levanto su mano cortando todo diálogo de la chica, sentándose en la silla que había ocupado horas atrás, la miró fijamente.
–Joana...es mi hija, quiero sacarla de las garras del Juez y tu eres mi boleto para ello. Te salve, no me debes nada porque tu vida ya ha sido un infierno pero si no quieres que se transforme en una agonía total, me ayudarás y podremos irnos de este lugar. Podrás ser  libre una vez que mi hija esté a mi lado.– y de pronto, recordó __________ las palabras que la pastelera soltó en su embriaguez.  Baker...la esposa solitaria que no cayó en las garras del Juez y que bebió veneno...era él,  el hombre que una vez la señora Lovett amo.  Tuvo que parpadear varias veces intentando alejar las lágrimas de sus ojos porque por fin se pensaba una oportunidad de ser libre, sin importar el precio.
–¿Que debo hacer?–

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Ya seeeee, años sin venir pero aquí está un mini capítulo más, ya que en el siguiente es el penúltimo y ya, les doy su final feliz de la rayis y el barbero.  ¡Espero, de veritas que sea de su agrado!.