Pequeño Virgen (Kouta Shinohara)

Capítulo 26. Quiero hacerte sentir bien

●Este capítulo contiene lenguaje subido de tono así como descripciones sexuales detalladas. ●Si eres menor de edad no lo leas o también si tienes una alma pura e inocente.

--Hmm~ --Estipulo al sentir una ligera brisa acariciar mi piel. De manera lenta intento abrir los ojos, los cuales tardan un poco en acostumbrarse a la poca luz que hay en la habitación. Puedo distinguir un techo de madera, del cual cuelga un abanico color beige con detalles de pequeñas flores amarillas y naranjas. A lo que logro ver gracias a la luz de la luna que ilumina este solitario cuarto --¿Dónde estoy? --Me pregunto a mi misma, al momento que comienzo a hacer uso de mis músculos, para lograr sentarme en la cama. Con esfuerzo lo logro. Al estar en esa posición, analizo de derecha a izquierda el cuarto. En un punto mis ojos se abren con asombro, para luego entrecerrarlos llenos de un sentimiento cálido debido a que soy espectadora de un paisaje tan maravilloso. Una amplia ventana de cristal que dejan ver en el fondo un árbol lleno de hojas de cerezo que estas bailan con el viento y la luz de la luna hace brillar bellamente una cabellera de color turquesa, la cual descansa pacíficamente al borde de mi cama, usando como almohada sus brazos cruzados y su cuerpo yace en una silla --Kouta.. --Susurro al momento en el que dirijo mi mano izquierda a su cabellera, vacilando un poco en si acariciar su pelo o no hacerlo, sin embargo, al final lo hago. Toco sus lindos mechones aqua despeinándolos un poco. Muevo su flequillo hacia un lado, fuera de esos preciosos ojos que se encuentran descansando. Acaricio ligeramente su mejilla, como si tuviera miedo de que con un simple tacto fuera demasiado rudo para su suave piel, mis dedos llegan a la altura de sus labios, siendo mi vista capturada por ellos. Mi pulgar corre a lo largo de su labio inferior mientras que mis dientes muerden los míos, dejándolos ir cuando llego a la comisura contraría de los de Kouta.

Sin previo aviso una punzada fuerte invade mi cabeza, a lo cual respondo con un grito interno por el dolor. Llevando ambas manos a mi cabeza, tratando de que con esto disminuya el malestar.

--¡Arghh! --Grito al ya no aguantar el dolor intenso que siento.

--¡¿S-scar?! ¡¿Dónde te duele?! --Escucho una voz llena de pánico y preocupación, mientras el rechinido de la silla invade también mis oídos. El cual es causado por el rápido movimiento de ser arrastrada hacia atrasa, dándome como conclusión que el ojiaqua se a puesto de pie de inmediato. --¡S-scar! --Grita mi nombre con desesperación, buscando algo en el mueve que esta al lado de la cama, pues se escucha como abre y cierra los cajones intensamente.

--¡A-aquí esta! --Dice con éxito, mostrándome un frasquito de vidrio que contiene algunas píldoras en su interior. Abre el bote poniendo una tableta en su mano, posterior a esto agarra el vaso con agua que esta en el mueble y me lo extiende. Lo miro extrañada pues muy bien sabe que no me gustan los medicamentos sólidos. --T-toma estas pastillas --Lo miro con pesadez, pues el dolor sigue presente en mi cabeza. --T-tienes que tomarlas --Me las vuelve a extender. Volteo mi cara hacia otro lado --S-scar, te quitará el dolor --Dice con tristeza y sinceridad tratando de persuadirme. Aprieto mi mandíbula y cierro mis ojos, de nuevo tratando de que se evapore el malestar. Hasta que logro percibir un cálido roce provocado por unas manos descansando en mi cara, de un lado se siente mucho mas el tacto que en la otra, esto debido a que mi lado izquierdo esta vendado. Mi cara se gira hacia esa dirección, pero no por mi propia fuerza, sino por otra --P-por favor --Me pide Kouta viéndome directamente a mis pupilas rojas y yo a sus lindas pupilas aquas. Por debajo de sus ojos se ve un ligero sonrojo.