Capítulo 28. Sabía salado, pero era delicioso

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Este capítulo tiene contenido para mayores de 18 años. Alto contenido sexual, detallado y especifico.

Meto mi lengua a su cavidad bucal

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Meto mi lengua a su cavidad bucal. Explorandola. Me separado de él y le miro a los ojos, para apretar un poco su pene --No tiene nada de malo, sentirte así.--Acaricio con movimientos lentos --De hecho, me gusta que estés así--Confieso sin vergüenza, sintiendo lo duro que ya esta.

--N-n-no di-digas e-eso me da vergüenza--Confiesa mi pequeño Virgen, llevando su antebrazo hacia sus ojos, colocándolo en línea paralela a estos.

--Eres tan lindo~--Menciono con tono burlón, mientras sonrío y me dispongo a darle pequeñas caricias tentadoras a su miembro.

--S-scar~ P-Por favor... O-Obaasan p-puede lle-llegar... Hmm~ N-no c-creo que... Ahh~-- No termina la frase pues aprieto un poco aquel órgano que envuelvo con mi extremidad superior. --No crees que deba de estar...--Al momento que mis movimientos bajan hago mi agarre más fuerte y en el momento que esta sube, lo acaricio sutilmente. Siendo esta una provocación.--haciendo esto...--Termino de decir, dejando tiernos y húmedos besos en su cuello. Casi de inmediato siento como su piel se estremece ante mi tacto. --Como dices tu cuerpo esta reaccionando ante mí --Lamo parte de su oreja y con mi pulgar hago círculos en su glande, que se encuentra ya mojado de excitación, mientras que sus cuerdas vocales se hacen presentes proporcionando un grandioso sonido que llenan mi cuerpo de deseo.--¿No quieres que reaccione más? --Pregunto. Le tomo su brazo que oculta sus ojos de mí y me propongo entrelazar nuestros dedos. Le observo. Sus ojos están lloroso y el calor de la ducha hace que se sienta un ambiente mucho mas caliente, que nuestras respiraciones sean fuertes y nuestros labios estén entrecerrados, esperando la llegada de los ajenos. --Creo que hoy toca volverme a hacer sentir bien--Digo recordando las palabras que él mismo a utilizado, causando que se sonroje, pues tanto sus mejillas como sus orejas adquieren un color rojizo.--¿No crees?--Pregunto con tono ligero. Cierro mis párpados y llevo mis rosados y algo amoratados labios hacia el bermellón de los suyos. El beso es cálido, tierno y gentil. Kouta se mueve al compás de los míos. Sabe cuando es que quiero conectar mi lengua con la de él y sabe cuando deseo profundizar tal acción y mis besos ahogan los gemidos de placer que quieren ser escuchados.

《Quiero probarlo todo》

Me separo de él, más por la falta de aire que por propia decisión de hacerlo. Detengo mis caricias y dejo apoyada mi frente con la opuesta de ella. Mis ojos aún están cerrados, disfrutando de aquella esencia que sale de Kouta. Mis fosas nasales solo absorben el olor a menta tan característico de mi peliacua. Me provoca un hormigueo y estremecimiento. Al momento en que abro los ojos, estos están tan dilatados y clavados en unas órbitas color turquesa, que me miran con sigilo. Atento a mis movimientos. Yo solo deseo ser la primera en todo lo tuyo. Hoy Kouta es mi presa y como presa debo de comerlo

--¿S-scar...?--Pregunta en murmuro pues mis pupilas rojas no se apartan de él. Siendo una loba cazando y analizando a un pequeño conejito.

Parpadeo una vez y luego otra vez. Sonrío mostrando aquellos órganos blancos que adornan mi boca.

Pequeño Virgen (Kouta Shinohara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora