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Te encontrabas en casa de los asiáticos. No todos los países se encontraban presentes debido a sus responsabilidades, pero al menos se encontraban Vietnam, Corea del Sur y Japón contigo.
Estaban jugando twister en la sala. Vietnam no participó pues él estaba girando la ruleta y dando las órdenes.
Después de un par de rondas. Todos notaron la llegada del hermano de Corea del Sur, Norte, con su semblante serio y distante muy típico de él.
- ¡Oh 동료 (hermano), juega con nosotros!
- No, tengo asuntos más importantes que atender.
- ¡Pero T/n está aquí!- insistió el surcoreano.
- Bien por ella.- Norte se estaba retirando de vuelta a su habitación, pero fue detenido bruscamente por Sur, quién lo tomaba de su pierna derecha.
- Juega con nosotros.
- 아니 (no).
- Por favooor- suplicó con una sonrisa.
El norcoreano giró a verte, a lo que respondiste con una sonrisa nerviosa. Ese country te volvía torpe con solo su mirada.
- Huh, bien. Solo una ronda.- suspiró pesadamente sabiendo que no podría quitarse a su hermano de encima.
Se prepararon una vez más. La jugada era intensa, Norcorea no era de los que perdía fácilmente. Además, durante la partida descubriste que tenía una flexibilidad impresionante.
Después de 15 minutos la partida aún continuaba. Japón no logró equilibrarse y cayó tirando consigo a Surcorea, quedando solo así Norte y tu.
El coreano se encontraba casi encima tuyo, dificultando tus movimientos y tú los de él.
- Pie derecho verde, Norte.- Este obedeció y colocó su pie en el círculo más cercano. Lo malo fue que tuvo que posicionar su pierna entre las tuyas, y claro que lo sentiste.
- Mano izquierda azul, T/n.
- Fácil- hablaste para ti, solo moviste tu mano a la izquierda.
- Mano derecha roja, Norte.- sentiste como el mencionado juntaba su cuerpo con el tuyo. El círculo colorado estaba bastante alejado por lo que tuvo que colocar su cabeza cerca de tu cuello. Ya en su color, no sabes si lo hizo con esa intención, pero percibiste que inhaló tu aroma.
Suplicabas que tus gritos internos no fueran escuchados por los demás.
Estabas temblando, tus extremidades no aguantarían por mucho tiempo.
Mientras esperaban a Vietnam girara la ruleta, escuchaste un susurro en tu oído.
- Hueles bien.
No podías culparte por lo que hiciste, simplemente reaccionaste. Querías salir ya del juego, así que moviste una de tus piernas e impactaste con la suya, haciendo que él perdiera el equilibrio y como resultado, que cayera encima tuyo.
Giraste tu cuerpo para quedar frente a frente y disculparte. Él estaba incorporándose cuando sintió un golpe accidental tuyo en sus partes, lo que obligó a desplomarse sobre ti otra vez mientras se quejaba de dolor.
Tu... bueno, estabas totalmente enrojecida. Su cara se encontraba en tus pechos, aunque a él no parecía importarle en ese momento. Querías ayudarlo y quitártelo de encima pero estabas tan avergonzada que no sabías cómo reaccionar.
¡Click!
Levantaste la vista y viste a Japón y Corea del Sur tomando fotos de la escena mientras que Vietnam solo intentaba retener su risa.
Volteaste a Norcorea , quedando ahora abajo de ti y te incorporaste para perseguir a tus dos amigos asiáticos y quitarles sus teléfonos.
Lograste interceptar a Japón y borrar las fotos que había tomado, pero no lograste lo mismo con SurCorea. Se había escondido muy bien.
Pasaste tanto tiempo buscando al capitalista que te olvidaste de tus deberes, por lo que llegando a un punto, no tuviste más remedio que retirarte. Te despediste de Japón y Vietnam y les pediste que se despidieran de Corea del Norte por ti, porque con lo ocurrido no tenías las ganas de verle a la cara.
Una hora más tarde, SurCorea salió de su escondite al no escuchar tu voz y se dirigió hacia su cuarto para poder enviar la foto a ti y otros países amigos. Al encerrarse prendió el interruptor de luz pero este no funcionó.
- El teléfono, ahora. - una siniestra voz surgió de la oscuridad. Sintió como alguien tomaba de su camisa muy fuerte y solo conocía a alguien que lo trataba así.
- Vamos hermano, es una linda foto.- sintió como sus pies ya no tocaban el suelo. - 괜찮아 괜찮아 (Está bien, está bien)- sacó el móvil de su pantalón y lo entregó a su hermano, viendo cómo este salía de su habitación sin decir nada.
Una vez que el NorCoreano llegó a su alcoba, comenzó a ver la única foto que había tomado su gemelo. Se quedó observándola por un buen rato, pareciéndole graciosa y algo tierna más que nada por la expresión en tu cara. Eso hizo que dibujara inconscientemente una sonrisa en su rostro.
- T/n...- susurró para él mismo. ¿Acaso algún día podría mostrarte sus sentimientos reprimidos?
Finalmente eliminó la foto del celular de su hermano, no sin antes enviársela a su dispositivo, donde la guardaría por mucho tiempo.
Era su nuevo tesoro, solo que ni tú ni nadie lo sabría jamás.
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▹ Hacer sonreír a NorCorea es IMPOSIBLE. ¡Así que felicitaciones! Eres Dios.
▹ Usé traductor, así que no me culpen sí lo que dice en realidad es incorrecto.
▹Creo que eso es todo por hoy. Así que buenas noches. Bueno, mas bien buenos días porque ya es la 1:30.
