Me desperté sudorosa, no sabia bien que estaba pasando, mire la hora, 3:15 am marcaba el reloj, domingo 13 de junio. Sabia bien que este día era el peor...
Baje a mi cocina por un vaso de agua, sabía que no podría dormir ya; decidí hacerme una taza de café, no sería la primera vez que me sucede, habían unas galletas, las cuales decidí abrir y comer.
Remojaba una galleta en el café y la llevaba a mi boca. Escuche unos pasos, simplemente me quede absorta en mis pensamientos, mi prometido se encontraba en la entrada de la cocina...
-Creo que nadie te ha dicho que a esta hora uno duerme en su cama- dijo con tono burlesco
-Ya lo sé, solo no he podido conciliar en sueño- dije y después le di un sorbo a mi café
-Amor debes de descansar, en un rato más nos levantaremos bien, vamos a la cama,¿que dices?- dijo tratando de convencerme. Al final acepté.
Miré el reloj de la pared de la habitación y marcaban las 4:23 am, no había pasado mucho, toque la almohada y caí en un profundo sueño.
[...]
Me encontraba en una playa, ¿cual era ni idea?, me sentía rara, no había personas, solo yo, tenía demasiados años sin ir a la playa.
Llevaba un bikini negro, y mis piernas empezaron a caminar, yo me negaba a entrar al agua, pero mis piernas no paraban, empecé a gritar, no podía... El agua ya estaba por mi cuello, y mis pies seguían caminando, el agua ya estaba llegando a mi boca y nariz, mis pies parecían de plomo, no flotaba, sabía que si seguía caminando me iba a ahogar, me sentía desesperada, ya el agua estaba llegando a mis ojos, las lágrimas se estaban confundiendo en el agua ya no tenía aire estaba debajo del agua, sentía como mis pulmones se llenaban de agua, era horrible, quería gritar no podía, estaba siendo silenciada por el agua...
Me levanto mi prometido, estaba llorando y gritando, como era posible, estaba en mi habitación, en mi cama, era de día, sabía que no estaba bien, seguía llorando, nos abrazamos, y nos acostamos, mientras el me susurraba cosas en el oído para tranquilizarme. Yo lloraba desconsoladamente, no sabía bien por que tendría esos sueños.
Al paso de la mañana nos levantamos de la cama, ordenamos nuestro cuarto, la sala, el comedor, la cocina, el baño, y decidimos terminar el día con Netflix y unas palomitas.
La película iba empezando pero yo ya veía negro.
