Dices querer, pero no me miras a los ojos.
Dices querer, pero dejas que tu voz retumbe en mi corazón.
Dices querer, pero tus palabras son ausentes.
Dices querer, pero me demuestras lo contrario.
Si tu querer es ausente,
cambiante y arrogante,
quédatelo para ti,
porque prefiero amarme.
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Veladas de insomnio
شِعرHay noches que se vuelven interminables, largas y tediosas noches. Donde la oscuridad se vuelve una aliada para que surja la magia. Y es en esos momentos, cuando la creatividad florece, las palabras fluyen y poco a poco van tomando una forma extraor...