Y lo que falta.

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Llegamos a una de las empresas de mis padres, nos registramos y pasamos.
—¿Dónde estamos?—Ale miraba para todos lados, viendo el lugar.
—Una de las empresas de mis padres—me miró sorprendido.
—¿tienen empresas?—se quedó pensando—eso quiere decir que...
—No digas que tengo dinero, el dinero es de ellos, no mío—nos miramos y reímos bajito.
Seguimos caminando hasta llegar a la sala de juntas ya estaban mis padres ahí, me iban a recibir entusiasmados pero se detuvieron un poco cuando vieron a Ale, mi padre me abrazo y me besó, mi madre me tomo la cara en sus manos y me miró fijamente, no sé porque las madres hacen eso.
—Y bien Itza ¿No nos presentarás a tu nuevo amigo?—dijo mi padre con un poco de celos en su pregunta.
—Lo siento, el es Alejandro, Ale ellos son mis padres, él fue el que me ayudó a salir y me refugio en su casa—a mis padres les cambió la cara inmediatamente.
—Muchas gracias por cuidar de ella, ahora bien, necesito hablar con ella a solas, allá afuera te darán lo que necesites—mi padre le indicó al de seguridad que fuera y ambos salieron, esto si era muy serio, me senté y ambos me miraron—cariño, lo que debo decirte ahorita es algo preocupante, no imaginamos que fuera necesario el comentarte esto, a raíz de lo que pasó creo que sí debemos hacerlo—mi padre miró a mi mamá y ella siguió.
—Lo que tú padre intenta decir es que hay unas personas tras de nosotros, piden una fuerte cantidad que no pensamos pagar, lo importante es que estés segura ahora, tenemos la idea de mandar a construir una casa en el lugar donde tú indiques que solo tú estés enterada, ni nosotros sabremos dónde está, será tu casa de seguridad, tendrás los medios disponibles, mandaremos contigo personas de confianza que serán las que realizarán esto, debes ser muy responsable y sabía para que digas en dónde estará, que no lo cuentes a nadie, es por tu seguridad, nosotros arreglaremos todo esto y podrás regresar a tu vida normal, desde mañana se hará, el día de hoy tu y el chico dormirán aquí en la ciudad con nosotros—no entendía porque pasaba esto, estaba como en un trance, se sentía como si fuera un cuento, una cree que lo que cuentan las películas son eso, historias, pero esto era mi vida y estaba pasando, era mucha información para procesar en este momento, mi papá siguió.
—Por el momento es más seguro que estés con tu abuela, te transferiré a la escuela del pueblo, solo en lo que solucionamos esto, tendrás que tener una escolta a tu disposición a todas horas—iba a debatir eso, no quería a cualquiera siguiéndome, mucho menos a alguien que no sé quién es, pero mi padre siguió—no, no acepto ni reclamos, ni mucho menos sugerencias, No está a debatir el tema, tu madre y yo llegamos a esa conclusión.
—Se defenderme por mi misma, sé salir de los momentos menos apropiados, lo demostré ahorita—mi padre negó con la cabeza.
—No está a debatir dije—no podía contradecirlo, le heredé la determinación y cuando dice algo eso es, ahora iba a ver qué persona me pondría mi papá, sería mi sombra, me crucé de brazos y me recargue en la silla, me puse sería, fruncí el ceño, molesta con la decisión de mi padre—ahora los chicos te llevarán a lugar donde se quedarán, puedes irte.
Me pare sin decir más, fuí directo con Ale y caminé al auto, en todo el camino no dije nada, solo indique si podían poner la música del auto, llegamos al lugar donde nos quedaríamos, entramos a las habitaciones.
—¿Porque estás molesta?—me miraba Casillas confundido.
—Te había mencionado antes que tienes el apellido del señor de los cielos—me miró extrañado, no quería hablar del tema y cuando eso pasaba sueño cambiar de tema a propósito para no responder, pocas personas se conforman, otras siguen preguntando, unas más si captaban mis ganas de no contestar y aún así seguir.
—Estas cambiando el tema para no decirme ¿no es así?—me miró y yo respondí a su mirada.
—Es un narcotraficante muy reconocido por las series que tiene en Netflix y así plataformas para ver series y películas, deberías verla igual entiendes de que hablo—estaba acostada sobre la cama con las manos extendidas, había dos camas en la habitación, él se sentó a mi lado y lo miré sin mover un músculo.
—Se del tema, contesta lo que te pregunté—cerré los ojos.
—Ay un caso con los tipos de ayer y mi familia, ahora tengo que tener guardaespaldas y cambiarme de escuela un tiempo—saque todo el aire de mi cuerpo en señal de enfado.
—No pues si es algo grueso, no te preocupes, es por tu seguridad, no te molestes—no dije más.
Pedimos el servicio a la habitación, hablamos de muchas cosas, él me preguntaba a mi para conocerme como yo lo hice ayer, vimos películas y debatimos sobre ellas.

Mi Cliché (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora