— No creo equivocarme en lo que escogí — sonreí satisfecha.
— Mmm... Ya veremos— se metió al vestidor.
Yo hice lo mismo, me probé dos atuendos, ninguno fue de mi agrado, me fui por el tercero cuando lo escuché.
—Lista para salir— me grito del vestidor de aun lado.
Está es la segunda parte de nuestra dinámica, ya que teníamos la ropa que nos gustaba salíamos a modelar, la que nos gustaba más, la que nos llevaríamos y la que más odiamos.
— Elegiste un millón de cosas, voy en la tercera, dame 5 minutos más — seguí probando las cosas.
Cuando ya había probado todo le dije.
— Listo ahora sí — ambos salimos al mismo tiempo con la que más nos había encantado pero no nos llevaríamos al viaje, así aumentaba nuestro guarda ropa.
—Vaya que buen gusto tengo — me miró de arriba abajo.
Su cara era de admiración con una pizca de perversión.
—Yo también — imite su gesto— te queda bien el café.
—Esa blusa sin duda está estupenda —me dijo aún viendo el poco escote que portaba— aunque me gusta más la roja y el vestido.
Regresé al vestidor, me puse lo que me sugería, salí.
—Ves como no aciertas en todo— el tapó su boca aguantando un risa.
—Al parecer tienes razón, no todo te queda — entre cerré mis ojos en advertencia.
Él levantó las manos en señal de paz, ambos nos reímos, después de esto nos probamos más ropa y subimos historias a nuestras redes, riéndonos de todo.
Fuimos directo a pagar todo lo que llevaríamos, miré a Ale y sonreí, él beso mi frente.
—Que bonita pareja —mencionó entre dientes la cajera.
Los dos aguantamos una carcajada, no era la primera vez que lo mencionaba alguien, pero sabíamos que no podría ser, tampoco negamos nada, solo salimos del lugar, fuimos directo a comer algo, me puse a ver los estados de Ale.
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