*La segunda parte de mi cliché* "ALGO CASUAL"

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Imperdonable

Me desperté en casa de mi abuela, en el cuarto de huéspedes, hoy es el 5 día desde que estoy aquí, decidí huir de todo y irme las vacaciones con mi abuelita en el pueblo, por el problema que hubo no podía estar ahí ni un minuto más, el dolor es muy fuerte y de solo pensarlo nuevamente regresa a mí, lo que hizo Jean es imperdonable, lo escuché hablar y decir "Lo siento, quisiera que esto fuera diferente pero es así—volteó por encima de mí, no sé quién estaba a tras, pero él le prestaba más atención que a mí, hizo una mueca apretando los labios—Es algo que no puedo evitar, el sentimiento no es el mismo" solo hay una frase que cada día me persigue, el tono en que la dijo, la forma que tenía su cara de seriedad cuando lo dijo, es lo que le da fuerza a que todo esto duela de la forma en que lo hace "Me arrepiento de darme la oportunidad contigo" su vos retumbar en mi cabeza cada día, casi era un mantra para mí, para darme fuerza y no regresar, al final de cuántas si se convirtió en un fuckboy después de todo, me siento mal ante todo.
Bajé a desayunar, mi abuelita se había ido, todas las mañanas salía bastante temprano a dar la vuelta por el mercado y comprar la comida para que Consuelo (Chelo, como a ella le gustaba que le llamarán de cariño) era una señora que trabajaba para mi abue de toda la vida y ya la consideraban parte de la familia, desde que yo estaba pequeña ella estaba con mi abuelita, desde que mi abuelo ya no estaba, ella le ayudaba en la cocina y en uno que otros trabajos de la casa.
—Hola, buenos días Chelo ¿Mi abuela va a tardar mucho? Necesito salir para explorar el lugar pero no quiero que se preocupe por mí, le dices que salí por favor—sonreí amablemente.
—Si hermosa, ve con cuidado y regresa antes de que se ponga obscuro—ella no me hacía caso, estaba preparando la comida.
—Gracias, te quiero—me acerqué a darle un beso en la mejilla y me fuí.
Salí de la casa con rumbo a lago que estaba en el bosque, suena muy solo pero no es así, casi la mayoría de los chicos en vacaciones iban al lago a pasar toda la tarde en compañía de sus amigos, yo solo iba a mi lugar favorito, de niña mi papá me cumplió mi sueño y me hizo una casa del árbol, estaba escondida, la mandó hacer para mí y no es tan común como parece, por eso era mi tercer lugar favorito en todo el mundo, era un árbol muy grueso así que las personas que lo hicieron taladraron todo el árbol por dentro y el interior eran unas escaleras de metal, parecía un pequeño cuartel secreto cuando entrabas, los arquitectos decidieron usar un poco de metal en varias cosas para que las termitas no terminarán con la casa y pudiera resistir años, obvio compraron los permisos necesarios para hacer eso, lo hicieron lo más agradable con el medio ambiente, resistente y seguro para mí, en ese entonces era una mansión para mí, era tan solo una niña, mis hermanos y yo éramos felices ahí, hasta apenas hace unos años le hice unas remodelaciones, me quedaba ya muy pequeño el lugar, hablo de un árbol de años, era bastante grueso y resistente, amaba ese lugar

Salí de la casa con rumbo a lago que estaba en el bosque, suena muy solo pero no es así, casi la mayoría de los chicos en vacaciones iban al lago a pasar toda la tarde en compañía de sus amigos, yo solo iba a mi lugar favorito, de niña mi papá me ...

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Es una casa enorme después de las últimas remodelación, por dentro era todo un apartamento y por fuera a la vista de cualquiera solo era un simple árbol, las hojas de las ramas ya habían tapado gran parte de afuera y se miraba todo normal, por dentro se había vuelto el lugar más cálido de todos, mi papá hasta dijo que si alguna vez quería escapar iría ahí, es un lugar excelente para olvidarte de todo, solo le faltaba una piscina pero eso sí sería demaciado. Me adentré en el bosque, como sabía a qué horas llegaban todos y se iban opté por llegar antes para que nadie viera que yo entraba ahí y decidieran entrar sin permiso cuando yo no estaba, la puerta estaba escondida tras una coraza del árbol, tras ella había una puerta de metal grueso con cerrojo, pensaba en agregarle una clave digital para que fuera más seguro, igual en un tiempo lo haría, cada vez quería agregarle cosas, quité con cuidado la coraza y introduje la llave, cerré bien la coraza cuando entre y la puerta, subí por las escaleras, llegue al primer piso y dejé la mochila, lo que me gustaba de ese lugar es que si quería podía tener red y si no quería solo prendía un tipo módem que mi hermano y su amigo realizaron para un proyecto final de la universidad, en realidad lo crearon para otro propósito pero yo le moví unas cositas para que fuera un bloqueador de señal, podía modificar el rango de distancia que quería bloquear así que solo lo ponía para el diámetro de la casa, cuando quería molestar a los chicos del lago que quedaba a mis pies ajustaba el aparato y veía como se quejaban y la música en ocasiones dejaba de sonar, los siento, soy un poco traviesa, apagué el internet y puse el aparato a funcionar (aún trabajo en la duración y en unas fallas que tiene, me entretengo mucho en ocasiones pero me gustaba jugar con él) tome mi laptop y me puse a escribir, ya había terminado una parte de mi novela pero aún me faltaba mucho por escribir, en la casa tenía un pequeño frigobar con un poco de bebidas (no podía subir un refrigerador normal, ¿saben cuánto pensaría?) Me senté en una silla que estaba en el balcón, la vista era sorprendente se lograba ver todas las copas de los árboles desde el primer piso, son 3 pisos, en el tercero se veía todo el pueblo, pasando la hora de la comida todos comenzaron a llegar en sus camionetas y muchos chicos y chicas se bajaron a convivir con todos, era un pueblo medianamente grande pero aún así todos se conocían, mi abuela decía que todos en el pueblo hablaban de que su nieta estaba quedándose en su casa pero nadie sabía quién era, desde que llegué con ella no he salido de la casa hasta hoy decidí visitar mi pequeño lugar. Me relajé y seguí escribiendo, me perdí tanto en mí mundo que solo un grito de una chica abajo me saco de mi concentración, me asomé en por el balcón y me senté en la orilla del barandal a mirarlos, había un chico en especial que llamó mi atención, estaba igual que yo apartado de todos, recargado en el mismo árbol que yo estaba, lo observé desde arriba, había una camioneta aún lado de él con un grupo de chicos, parece que iba con ellos porque los otros chicos le hablaban mucho pero él estaba en su mundo y les hacía señas, solo los miraba, decidí seguir con lo mío, me estaba parando cuando sentí un pequeño jalón en mi mano, mi pulcera con mis iniciales se atoró en los barandales y se rompió ocasionando que le cayera en la cabeza al chico, me metí de inmediato y me senté en el sofá, debatir el hecho de bajar por ella pero no quería que nadie me viera o supiera de este lugar, no tenía nada de ganas de socializar, la pulcera la compré yo así que no tenía valor sentimental, aún que me gustaba mucho, creo que son más contras que pros, no iré por ella, guardé mis cosas y estaba dispuesta a irme a casa, no tardaba en caer la noche, ahí se pone muy feo, aparte los animales salían, salí sin que nadie me viera y me aseguré de que así fuera, cuando iba por la carretera en dirección a casa de mi abuela, hay un punto del camino que se ve toda la propiedad, es una vista única, a veces me gustaba sentarme ahí y leer un poco para de vez en cuando ver la magnífica vista.

Mi Cliché (Mini Serie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora