𝐊 | ❛ 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 unos
ojos endemoniados
se enamoran de
unos ojos gatunos
hasta la muerte ❜
Perséfone, diosa del infierno y heredera al
trono del reino del inframundo, es desterrada
al mundo de los mortales y enviada a la mansión
Sakamaki a causa d...
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( ギリシャ悲劇 ) 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐍𝐈𝐍𝐄𝐓𝐄𝐄𝐍
La tensión se podía cortar con un cuchillo, los dedos de la mano derecha de Lilith se movían rápidamente mientras continuaba con sus ojos clavados en Raito, esperando que alguna palabra saliera de su boca. ¿Qué es lo que estaba planeando ahora? ¿Complicaría aún más su vida?
El cuerpo del Sakamaki temblaba por completo, jamás en su vida se había sentido tan nervioso como en ese momento. ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Realmente debería declararle sus sentimientos justo ahora?
Faltaba menos de media hora para que la ceremonia comenzará y ambos tenían que estar en el salón antes de que empezará o sino se armaría todo un drama por el retraso de la novia.
──Lili, yo...── Comenzó a decir el vampiro, sintiendo una gran dificultad para dejar salir las palabras de su garganta.
──Raito, si no dirás nada por favor, vete de mi habitación y no me hagas las cosas más difíciles, por favor. ── Pidió la fémina, su voz intentaba sonar firme pero se iba quebrando de a poco.
Él apretó sus manos con fuerza, provocando que sus nudillos se pusieran blancos y se acercó aún más a la griega, acortando la distancia entre ellos. Ella se quedó quieta, sintiendo sus mejillas calientes por la cercanía, toda la situación le estaba cansando y si el vampiro no decía nada ella iba a hablar.
──He sido un idiota al haberme separado de tí. ── Ella rodó los ojos y lo empujó, apartándose. ──Lilit-
──¡Si eso es todo lo que tienes para decir, vete de aquí!── Exclamó de forma furiosa. ──Ya es tarde para las disculpas, Raito, no tengo tiempo para lidiar con tus idioteces ¡decídete que es lo que quieres de una vez por todas!
──¡Es complicado! ── Interrumpió el castaño, sorprendiendo a la contraria. ──No sabes... ni siquiera te das una idea lo mucho que me cuesta expresar lo que siento con palabras, ¡y me aterra! ¡por eso me aleje de ti!
La diosa soltó un risa seca, sin poder creer lo que estaba escuchando. La ira comenzó a viajar por todo su cuerpo y dió un paso hacía atrás para intentar despejarse y no tirarle nada a su ex amante por la cabeza.
──Oh, pobrecito, ¿te alejaste de mi porque no sabes cómo hablar? ¡No puede haber una excusa tan patética como esa!── Gritó, levantando los brazos pero al instante los volvió a bajar.
Fue en vano tratar de distraerse, su furia crecía cada vez más y más hasta el punto que las velas apagadas que se encontraban en la habitación se encendieron, mostrando una llama intensa e inquieta.
