Capítulo VII

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Allie:

Todo el mundo se levanta de las gradas y corren hacia la pista para felicitar al ganador. Intento avanzar entre la multitud sin mucho éxito, me llevo unos cuantos empujones y varias personas casi hacen que me caiga ¡Imbéciles!

Ya recuperada intento buscar a Lily, pero no la veo por ningún lado. El lugar comienza a quedarse vacío y Lily sigue sin aparecer ¿Dónde coño se ha metido? Cuando la encuentre la voy a matar.

- He estado buscándote por todos lados, ¿Te estabas escondiendo de mí o qué? - Dice una voz a mi espalda. - Tu amiga se ha ido con un tio, pero me ha dicho que soy el encargado de llevarte a casa.

- ¿Pretendes que me monté en el coche contigo? ¿Cómo sé que no eres un loco que me quiere secuestrar? - Respondo.

- ¿Acaso tengo yo mucha pinta de loco? Soy completamente inofensivo, lo juro.

- Me voy a ir contigo, pero sólo porque estoy en medio de la nada y no sé volver a la civilización, que conste.

- Vale nena, voy a hacer como que me creo que es por eso y no porque quieras pasar más tiempo conmigo. -Murmura guiñandome un ojo ¡Es odioso! Aunque un odioso muy guapo.

Caminamos el uno al lado del otro hasta llegar a su coche, lo pone en marcha e iniciamos el camino hasta mi residencia.

- Oye. - Caleb me saca de mis pensamientos - ¿Por qué has venido hoy?

- Pues... supongo que... - El sonido de mi móvil me interrumpe, lo saco de mi bolso y me paralizo al instante. Es mi padre.

Cuando decidí irme de Nueva York pensé que él se olvidaría de mí, pero que equivocada estaba. Las navidades pasadas me convenció para volver a casa, me dijo que había cambiado y que jamás volvería a tocarme, pero lo hizo,regresé a la universidad llena de hematomas y golpes que tuve que maquillar delante de Lily y de mi jefe. Cuando Jordan me vio quiso denunciarlo ¿Pero de qué serviría? Desde que mi madre murió debido al cáncer empezó a desquitar su ira contra mí, una niña de 10 años que no entendía porque su padre la odiaba, y a día de hoy, con 19 años sigo sin entenderlo.

No he vuelto a cogerle el teléfono desde entonces, cada vez que me llama lo ignoro. Envuelta en el pánico que me producen sus llamadas, miro a Caleb como única escapatoria.

- ¿Puedes... ir un poco más rápido por favor? - Digo lentamente.

- ¿Pasa algo? - Pregunta preocupado, yo me limito a negar con la cabeza, necesito llegar a mi cuarto, meterme en la cama y llorar hasta quedarme dormida, nada más.

Un rato después un frenazo me saca de mi trance, bajo del coche y me adentro en la residencia con Caleb detrás.

- ¿Seguro que todo está bien? - Insiste.

- Si, no te preocupes. - Respondo en un hilo de voz, estoy mordiéndome la lengua y presionando mi garganta para no soltar el llanto ¡Soy patética!

"Vamos no llores" me digo, pero no puedo evitarlo, ¿Cómo no llorar si esta situación me supera cada día más?

Me llevo las manos al rostro entro en la residencia y me siento en la puerta de mi piso. Mi padre siempre intentó ser otro, pero acababa siendo el mismo abusador de siempre ¿Es culpa mía que sea así?

- Allie. - Noto la presencia de Caleb al lado mía. - Confía en mí, por favor.

- No puedo.- Susurro sollozando.

Caleb:

Sin pensármelo dos veces, acuno su rostro entre mis manos y le doy un delicado beso en sus labios. No responde, pero yo sigo intentándolo hasta que se deja llevar.

- Caleb no hagas esto.

- ¿Hacer que? - Le pregunto mientras la arrincono en la pared y abro su chaqueta en un solo movimiento. Mis manos recorren su estómago y se estacionan en sus pechos, en sus perfectos y redondos pechos.

La oigo soltar un gemido inaudible, y en ese momento sé que la tengo completamente a mi merced. Su lengua y la mía se mueven a un mismo compás, me aparto un segundo para coger aire y vuelvo a invadir su boca con lujuria.

- Caleb, para, esto no está bien. - Murmura rompiendo el beso y alejándose de mí.

- Dime que no quieres esto.- Rompo con la distancia y mi pulgar acaricia su mentón.

- Lo quiero pero no ahora.- Saca las llaves de su bolso, y tal como abre la puerta la cierra en mis narices.

¿De verdad acaba de hacerme esto?

Cuando llego a casa cierro la puerta tan fuerte que Aiden y Carla salen del cuarto sobresaltados. He entrado en la cocina y he estampado una taza contra la pared más cercana, ¡Me siento muy furioso!

No entiendo la rabia que siento,es como si quisiera darle una lección y al mismo tiempo aprovechar para tenerla en mis brazos. No dejo de gruñir y bufar, nunca me había sentido así, quiero salir corriendo tras ella y follarla hasta dejarla con las piernas temblando. ¡Joder! ¡Me estoy volviendo loco por una mujer! ¿En qué puta cabeza cabe?

- Te está costando ganártela ¿Eh?- Carla me da una palmadita en la espalda y Aiden está riendo, una mirada furiosa le basta para callarse.

- Déjalo Carla, ella le mola de verdad.

- ¡Callaros ya joder! - Grito exasperado.

Camino hasta mi cuarto aún sin entender la razón de mi furia ¿Que me haya rechazado? No tengo ni puta idea.

Respiro agotado, parece que la cabeza me vaya a explotar, el recuerdo de los labios de Allie torturan a mi mente y resistirme a tocarla se me hace cada vez más complicado.

Me tumbo en la cama y me concentro en dormir aún sabiendo que no lo conseguiré.

Primer beso de estos dos... no me digáis que no estáis in love con ellos😍😍😍

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Pinkyyybesossss💞💞💞💞

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